Las Juntas Electorales de Zona (JEZ) han tumbado las candidaturas de la CUP para el 28M en Valls y Selva del Camp (Tarragona) después de hacer lo mismo con la lista cupaire de Moià (Barcelona). El motivo en los tres casos es el mismo: hay un exceso de mujeres y se incumple la ley de paridad.

El artículo 44 bis de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General establece que, en municipios de más de 3.000 habitantes, debe haber una representación mínima del 40% de cada sexo. Pues bien, en estos casos había más de un 60% de mujeres, por lo que tras la impugnación de las JEZ han tenido que variar la composición de las listas. Y han emitido un comunicado.

"Candidatas que no se reconozcan como hombres"

"Denunciamos que la Junta Electoral no está comprometida con el cambio social feminista. Señalamos que se debería tener en cuenta la interpretación histórica y ontológica sobre el objeto del artículo 44 bis de la LOREG, considerando que su motivación era la discriminación positiva para superar la infrarrepresentación de las mujeres.

Las leyes de cuotas deberían garantizar un mínimo de representación de género, revirtiendo la infrarrepresentación de aquellas que históricamente no han podido participar de los espacios de decisión política. En ningún caso pueden poner límites a la presencia de mujeres, o de candidatas que no se reconozcan como hombres.

Esta interpretación de la ley es un ejemplo más de las limitaciones de medidas feministas vacías, que pierden de vista el objetivo inicial y pierden de vista la realidad; en las instituciones las mujeres continúan infrarrepresentadas, dejando de lado que continúan siendo los hombres quienes ocupan los centros de poder, dentro y fuera de los partidos; dentro y fuera de las instituciones.

A su vez, cabe señalar que la Junta Electoral se está caracterizando por impugnar otras candidaturas por aplicar sentencias judiciales injustas y siendo un brazo ejecutor del racismo institucional, prohibiendo el sufragio pasivo de muchas vecinas que no pueden presentarse a las listas. Mientras, se permiten listas fantasma como en el caso del Priorat, con diversas listas del PP, PSC y PDECat.

La absurdidad de la impugnación demuestra la hipocresía de un sistema incapaz de superar las estructuras patriarcales y que retuerce las normas elaboradas para garantizar la presencia de la mujer en espacios de poder institucional para limitar su emancipación. Nosotras continuaremos defendiendo que las mujeres del Camp son el motor de lucha para conseguir municipios más feministas y más libres".