El boicot independentista a productos españoles se extiende a once ayuntamientos catalanes

Ya son once los ayuntamientos catalanes que se han sumado al boicot de productos españoles impulsado por el Consejo de la República, el órgano creado a la medida de Carles Puigdemont que funciona como un gobierno fake con sede en Waterloo.

Esta campaña, basada en la premisa de que "en una estrategia de ruptura con el Estado español, desarrollar el consumo institucional es fundamental", arrancó hace un año con la incorporación de cinco consistorio. El Consejo ha anunciado que seis ayuntamientos se han sumado a esa iniciativa, que incluye una guía orientativa de contratación y el uso de una Identidad Digital Republicana (IDR).

ERC, Junts y CUP

En esta ocasión, dos capitales de comarca han aprobado las mociones en sus plenos municipales: Vic (Osona) y Amposta (Montsià). Además, ya han firmado el convenio Olvan (Berguedà), Santa Eugenia de Berga (Osona), Artés (Bages) y Bescanó (la Selva). "En esta nueva lista de municipios que se adhieren al Consumo Institucional hay un amplio abanico de representación política", afirman los impulsores, en referencia a ERC, Junts per Catalunya y CUP.

El 29 de abril de 2022, el Consejo puso en marcha un plan piloto de este boicot a los productos españoles en Torres de Segre (Segrià) "con el objetivo de ofrecer mecanismos que sean coherentes entre la lucha por la independencia de Catalunña y las políticas de gasto a los entes locales". Seguidamente, el 16 de noviembre, se unieron Arbúcies (la Selva), Amer (la Selva), Sant Pol de Mar (Maresme) y Sant Feliu de Pallerols (la Garrotxa).

Aurora Madula, dirigente del Consejo para la República, ya tiene su DNI independentista

Aquellos ayuntamientos que firman el convenio, recibir una guía orientativa sobre contratación republicana y el asesoramiento correspondiente para el uso de la IDR.

Según el Consejo de la República, el Consumo institucional persigue un doble el objetivo: "potenciar la economía catalana y disminuir el grado de dependencia económica de empresas españolas. ¿Por qué? En una estrategia de ruptura con el Estado español, desarrollar el consumo institucional es fundamental. Por una parte, esto hace que se fortalezca la economía catalana y, por otra, garantiza la continuidad de la economía y suministros una vez se haga efectiva la desconexión con el Estado".