¿Qué le pasa a la Intersindical? El sindicato independentista por antonomasia en Cataluña se prepara para un nuevo revés en la sanidad después del batacazo sufrido en las elecciones en la enseñanza pública, donde esta semana ha perdido más de la mitad de sus representantes.
Ahora, la plataforma nacionalista se prepara para morder el polvo en el otro sector en el que tenía relativa fuerza: el sistema sanitario público. Pero la podría perder. Fuentes de este sector detallan que Intersindical "no ha podido presentar listas en zonas tan importantes como Barcelona ciudad; el área metropolitana norte; Girona o el área metropolitana sur". Con ello, el sindicato independentista se quedará sin representación en cuatro de las zonas más importantes del territorio. Y ya no puede enmendar su pinchazo, porque "las listas se han proclamado". Las elecciones se celebrarán los próximos 28 y 29 de marzo.
Partidos en dos
Como explicó Crónica Global, la agrupación que convocó los llamados paros de país independentistas de 2017 y 2019 purgó a su brazo sanitario en plena pandemia del coronavirus. Y ahora lo pagará. El sindicato indepe no ha podido armar lista en la gran Barcelona, y ello le pone muy difícil repetir los 26 delegados que consiguió en el Instituto Catalán de la Salud (ICS) en 2019.
Aquel año, Intersindical irrumpió en la sanidad catalana por encima de otras opciones más tradicionales como la CGT. Es cierto que venía de captar protagonismo con las llamadas huelgas de país convocadas durante la fase más dura del procés.
"No cuestionará a los mayores"
Ello se terminará. Sin los mimbres del área metropolitana de Barcelona, Intersindical será incapaz de repetir y mejorar los resultados en la sanidad pública que logró en 2019. "No podrá devorar a los pequeños para acercarse a los grandes", explican fuentes del sector. En efecto, la plataforma que dirige Sergi Perelló quedaba aún lejos de las grandes centrales que rigen el sistema asistencial autonómico: CCOO, UGT, la poderosa Metges de Catalunya y Satse.
Y, por ende, esa debilidad que se espera a final de marzo del sindicato repetirá la tendencia general. De ser uno de las agrupaciones de moda del mundo del trabajo --siempre a gran distancia de CCOO y UGT--, Intersindical pasará a alejarse de las dos grandes centrales mayoritarias y a alejarse de la pugna por el tercer puesto, que enfrenta a USOC y CGT.
La huelga ni se notó
Prueba de esa debilidad ya la mostró Intersindical en enero, cuando convocó una huelga anticipada a la de Metges de Catalunya y fue un sonoro fracaso. El resto de la protesta la desarbolaron las patronales sanitarias, tal como detalló Crónica Global. Y, de hecho, la Consejería de Salud de la Generalitat ha terminado pactando mejoras con los representantes de facultativos.
Durante todo el proceso, CCOO y UGT, mayoritarios, se han mantenido en un respetuoso segundo plano.
El trasfondo: la gestión
Sin embargo, lo que llevará a la Intersindical a la "irrelevancia", según enfatizan fuentes del sector, será su gestión. Un sector crítico cuestiona la dirección actual, y la cúpula ha sido incapaz de gestionar ese disenso. Como consecuencia de ello, los críticos sí presentarán candidaturas en la sanidad catalana y esperan desbancar a los oficialistas en plazas tan importantes como el Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona.
Sea cual fuere el resultado, las próximas elecciones sindicales en el ICS, la mayor empresa pública de Cataluña, se presentan favorables para los sindicatos que ocupan posiciones de representatividad en el global de la sanidad catalana. El procés independentista ha desaparecido de la ecuación y las centrales han consolidado su dominio, sea con la firma del convenio de la sanidad concertada o con una huelga en todo el sistema que convocó y negoció en solitario Metges de Catalunya.