El anuncio de este lunes del Ayuntamiento de Barcelona de crear un nuevo servicio de cremación e inhumación de cenizas para animales de compañía empieza a tener las primeras reacciones y a movilizar a todo un sector que, de entrada, califica el proyecto como una "competencia desleal" incomprensible.
En rueda de prensa, ha sido el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica y presidente de Cementerios de Barcelona, Eloi Badia, el encargado de explicar que “tras constatar que puede haber una demanda social no cubierta", se ha considerado la puesta en marcha de un proyecto pionero como servicio público. "Es un servicio que sí se presta a nivel catalán, pero no se presta hoy en día en la ciudad de Barcelona, ni tampoco desde el ámbito público. Por tanto, en este caso también seríamos pioneros a la hora de ofrecer un precio público para poder acceder a este servicio", ha dicho Badia en su intervención.
Malestar en el sector
Badia afirma que en Barcelona se realizan 7.000 cremaciones y entre "un 20% y un 30% de usuarios querrían un servicio de mayor vinculación". Es decir, la posibilidad de una incineración individual del animal, con la posterior entrega de sus cenizas al propietario. Badia remarcó en varias ocasiones que el que plantean es un servicio diferente, con un "valor añadido" y "que no se presta hoy en día en la ciudad de Barcelona". Esto ha descolocado al sector privado que, en declaraciones a Crónica Global, alega por contra que este tipo de servicio “ya existe en Barcelona ciudad y alrededores y que, además se está ofreciendo bien y con precios ajustados”. Otra cosa es que hasta el momento no se ofrezca a nivel público.
En este sentido, fuentes del sector aseguran a este medio que empezarán a movilizarse y a asesorarse legalmente para lo que entienden como una “competencia desleal del Ayuntamiento de Barcelona”, al utilizar recursos públicos para cubrir un “servicio no esencial” que ya se está ofreciendo. Por tanto, matizan, “no es una demanda no cubierta”. Además, insisten en que "lo que él plantea es, simplemente, la copia de un servicio que ya ofrece el sector privado. Y reconoce que, el sector en general, fuera de Barcelona, se beneficiará de ello".
¿Dinero o votos?
Tras visualizar la rueda de prensa del concejal de Eloi Badia, las personas consultadas por este medio se hacen varias preguntas. “¿Cómo justificará que es un servicio esencial cuando lo que plantea es un servicio de valor añadido?; ¿se va a dar servicio sólo a ciudadanos de Barcelona o a otras empresas? Y ¿por qué sale esta noticia a pocas semanas de las elecciones?”.
Según el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, se estima que en Barcelona hay unas 180.000 mascotas y esto, opinan los afectados, supone “un intento in extremis de arañar votos a través de la sensibilidad y el amor por los animales” que hay en la ciudad. Por tanto, “además de recaudar unos euros, el proyecto puede proporcionarle alguna que otra papeleta adicional en las urnas”.
Desigualdad de oportunidades
De momento, y a la espera de que se facilite más información sobre el proyecto anunciado, está claro que la puesta en marcha de un crematorio público va a suponer un varapalo económico a las empresas del sector. Desde éstas explican a Crónica Global que han realizado fuertes inversiones para cumplir con el marco legal existente y presentar todo tipo de avales para poder ejercer la actividad.
Ahora, insisten, el Ayuntamiento de Barcelona destinará 1,1 millones de euros públicos que, según opinan, “pretenden amortizar restando trabajo a las empresas privadas”. En este sentido, destacan la evasiva de Badia en su rueda de prensa cuando un periodista le ha preguntado si este proyecto se puede considerar "algún tipo de intrusismo o competencia desleal", algo a lo que el concejal no ha dado respuesta.
Flecos sueltos
Tras la rueda de prensa, este medio se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona para ampliar información sobre el proyecto, del que solo se ha anunciado que costará 1,1 millones de euros, que entrará en vigor en unos 18 meses y que ofrecerá un servicio de cremación individual a un precio que rondará los 200 euros de partida, ampliables en caso de requerir algún servicio adicional, como esparcir cenizas o depositarlas en un columbario.
Esto, según algunos veterinarios consultados por Crónica Global, deja en el aire muchas aristas, como quién se encargará de la recogida del animal en el centro veterinario --en el caso de eutanasia-- o en el domicilio del dueño del animal --en caso de muerte natural--, y quién realizará todo el trámite burocrático que hay que seguir antes de la incineración, como la identificación y baja del animal fallecido. Al cierre de esta edición, la única respuesta recibida por parte del Ayuntamiento es que el precio incluye únicamente "el servicio de incineración e inhumación de cenizas" y el resto, se está estudiando. En definitiva, hay fecha y coste, pero no hoja de ruta, o eso parece.