Este lunes ha declarado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) el empresario Andreu Pujol, imputado junto a la presidenta de Junts, Laura Borràs, y al informático Isaías Herrero por participar en el fraccionamiento de contratos cuando la neoconvergente dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) entre 2013 y 2017.
A preguntas de la fiscal Assumpta Pujol, el empresario ha reconocido que los presupuestos que elaboró "ya estaban asignados”, y que operaba siguiendo las indicaciones de Isaías Herrero. “Los trabajos que hacíamos eran unas cosas, pero lo que figuraba en las facturas eran otras”, ha explicado durante el breve interrogatorio del ministerio público: "Algunas cosas eran reales y otras no".
Colaboró con Herrero
Poco antes, Isaías Herrero ha señalado que conoce a Andreu Pujol desde la adolescencia y que mantiene con él una relación de “confianza”. Por eso, tras explicarle la operativa que le había indicado Laura Borràs para fraccionar los contratos de la ILC, el empresario estuvo de acuerdo en colaborar. Para ello prestó su nombre y el de una de sus sociedades con el objetivo de ocultar estas operaciones. Herrero también ha confesado que, en otras ocasiones, usó el nombre de Pujol “sin su consentimiento".
Tanto Pujol como Herrero han reconocido los delitos que se les imputan frente al tribunal. Este hecho ha sido interpretado como un pacto con la fiscalía, con la que habrían llegado a un acuerdo: una reducción en la condena a cambio de su confesión. No obstante, desvelar el operativo que seguían para fraccionar los contratos supone incriminar a la presidenta de Junts. El ministerio público solicita seis años de cárcel y 21 de inhabilitación a Herrero y Borràs, mientras que para Pujol pide tres años de cárcel.