Salvador Illa ha criticado duramente la decisión unilateral de Ada Colau de romper relaciones con Israel. El líder del PSC, en una entrevista con Crónica Global, considera que tanto la actual alcaldesa como Xavier Trias, candidato de Junts per Catalunya, "son el pasado" y avala la decisión del socialista Jaume Collboni de salir del gobierno municipal para centrarse en la campaña.
--En una conferencia, y enlazo un poco con las elecciones municipales, usted comentó que el socio natural del PSC son los comunes. Pero, no parece que eso ocurra en Barcelona.
--Cada ámbito político hay que tratarlo de forma diferente. La política, en una sociedad tan rica y tan plural como la catalana y la española, tiene esto. Nosotros, a nivel municipal, tenemos pactos con todos los partidos. En Barcelona, lo fundamental es abrir una nueva etapa. A mí me parece que mi formación política y, en concreto, el candidato que presenta en Barcelona, Jaume Collboni, dan condiciones para abrir esa nueva etapa. Yo creo que hay que salir de este juego Colau-Trias/Trias-Colau. La una sin el otro no se entiende. Colau sin Trias no es nadie. Trias sin Colau no es nadie. Y las dos cosas son el pasado. Son un pasado, además, del que no hay mucho que enorgullecerse en Barcelona. Porque son los alcaldes con peor valoración que tiene la ciudad de Barcelona desde su historia democrática contemporánea. Los dos peor valorados. Y hay que apostar por un futuro nuevo y distinto que entró con lo mejor de Barcelona. Y esto es el PSC y esto es Jaume Collboni. ¡Qué gran error! El romper relaciones con Tel Aviv de forma, digamos, sin consultar al pleno municipal. ¡Qué gran error! Esta es la imagen de Barcelona que queremos dar. Esto es un error garrafal que, en fin, no es lo que la ciudad de Barcelona necesita.
--¿Hay quien piensa que Collboni tenía que haber salido del gobierno antes para soltar lastre de la gestión de Colau?
--Gracias a la labor de los socialistas y gracias a la labor de Collboni, en Barcelona no hubo un alcalde independentista. Y se evitó que la ciudad se pusiera al servicio de una causa que no era compartida. Gracias a Collboni hemos tenido un mínimo de estabilidad en Barcelona y se han evitado derroteros peores. Y lo que ha hecho Collboni es, de una forma muy honesta, decir, oiga, yo quiero ser alcalde. Si soy el alcalde, no puedo ser el primer tiente alcalde de usted por más tiempo. Y, además, me voy a dedicar a partir de ahora a prepararme para explicarle a los barceloneses mi proyecto político y dedicar todo el tiempo a esto. Por tanto, me aparto. Sin romper la estabilidad de la ciudad, porque a Barcelona no le conviene inestabilidad. Le conviene, al menos, acabar la legislatura con una hoja de ruta mínimamente estable. Y yo creo que ha hecho bien. Y creo que demuestra una actitud de responsabilidad y coherencia. Y un ejercicio, además, de pensar en lo que le conviene a la ciudad, que es lo que toca en esos momentos.