Un pequeño pueblo del Pirineo de Girona se ha convertido en los últimos días en el escenario de una intensa refriega política. Un grupo de vecinos de Ogassa se queja de que una docena de personas llevan al menos tres semanas esperando a que se las empadrone en el municipio sin conseguir hasta ahora que sus trámites surtan efecto. Una polémica que surge después de otra denuncia pública, en este caso la del alcalde, Josep Tremps, que en un escrito en el programa de las fiestas de la localidad, que se han celebrado estos días, alerta de que “se están produciendo unos empadronamientos masivos de personas que no residen en el pueblo”.
Esta situación ha suscitado el malestar de la asociación vecinal Persones Amigues i Veïnes d’Ogassa, que piensa presentarse a las elecciones municipales del próximo mayo, y donde están convencidos de que la demora de estos empadronamientos solicitados desde al menos el pasado 12 de noviembre obedece a intereses electorales del alcalde.
"Empadronamientos masivos" de no residentes
El caso ha adquirido notoriedad a raíz de un escrito del propio alcalde en el programa de actos de la Fiesta Mayor de Ogassa, en el que se queja de la existencia de “empadronamientos masivos” de no residentes, a los cuales advierte de que la ley “es muy clara” en este sentido y que ésta “prevé sanciones” por ello: “Se tiene que estar empadronado donde se reside más días a lo largo del año. Con la proximidad de las elecciones municipales, sospechamos que se pretende hacer pasar el padrón municipal a más de 250 habitantes y así tener que hacer elecciones con listas cerradas, de esta manera no se vota directamente a la persona, sino a una lista de personas, quedando enmascarado si los electores quieren una persona en concreto o no”, argumenta Tremps. El edil cree que todo ello se traduce en “la posibilidad de que haya alguien que tiene miedo de no ser el más votado y, por tanto, no poder ser el legítimo alcalde que escoge el pueblo en unas listas abiertas”.
Según el Instituto Nacional Estadística, Ogassa contaba el pasado enero con 240 personas empadronadas. Una cifra pequeña, que permite a los candidatos presentarse incluso en solitario. Si se superaran los 250, en cambio, estarían obligados a concurrir en listas de al menos diez personas. Tremps lo hizo en 2019 formando parte de una con cuatro personas: Independents per Ogassa-ERC-Acord Municipal, al igual que sus rivales de Junts per Ogassa.
Tremps, que después de tres mandatos en el cargo ha anunciado que no se presentará a las elecciones, aprovecha su escrito para recordar el nombre de quien se perfila como posible sustituto, Albert Solà. Y apuntala su argumentario reivindicando la dedicación de Josep Riera, que fue concejal de Ogassa a pesar de vivir, estar empadronado y, por tanto, votar en otro municipio: Les Masies de Voltregà. Lo cual, según Tremps, “le honraba”, y supone “todo un ejemplo de honestidad a seguir”. “Espero que todos los candidatos a las elecciones municipales del próximo año sigan este ejemplo”, advierte.
La asociación vecinal ve "caciquil" su actuación
Estos comentarios han suscitado malestar en la asociación vecinal Amics d’Ogassa, cuyo presidente, Carles Mercader, ve “ilegal” retrasar los empadronamientos, y cree que todo obedece a un interés de “manipular el censo, que se cierra el 31 de enero”. “Antes la gente quedaba empadronada el mismo día o al siguiente. Pero ahora parece que quieren apurar el plazo legal máximo de tres meses para dar respuesta”, explica a Crónica Global. Lo cual supone, en sus palabras, “una actuación caciquil”. “Es una manipulación flagrante de la democracia. Queremos elecciones limpias”, añade. Según afirma, si los empadronamientos culminaran tras esa fecha, los afectados que quisieran votar en Ogassa tendrían que hacer trámites para pedirlo en la Junta Electoral Provincial. Según dice, su entidad, Persones Amigues i Veïnes d’Ogassa, cuenta con alrededor de un centenar de simpatizantes. Y no descarta tomar medidas legales y "llegar hasta el final" si sus peticiones no se atienden.
Mercader expone, además, su caso personal, pues no ha podido empadronar a uno de sus dos hijos: con uno sí pudo hacerlo el pasado verano, pero con el segundo, de apeñas año y medio, todavía no: presentó la documentación el pasado 12 de noviembre y el expediente aún no se ha resuelto. Lo cual le parece inconcebible, pues "los hijos deben estar empadronados con sus padres".
En situaciones similares, según Mercader, se encuentran una docena de personas. Entre ellas una vecina que, en conversación con este medio, explica que la pasada primavera pudo empadronarse sin problemas en una casa de su familia, pero ahora un familiar que también desea hacerlo no lo ha conseguido, al estar a la espera de respuesta municipal.
"Sospechoso y poco ético"
Crónica Global ha intentado contactar, sin éxito, con el alcalde, Josep Tremps, para responder sobre esta situación. Sí lo han hecho, en cambio, otros dirigentes políticos de la zona. Es el caso de la alcaldesa de la vecina Campdevànol, Dolors Costa --candidata con Junts en las pasadas elecciones--, a quien el caso le parece “sospechoso y poco ético”, más en un pueblo pequeño como Ogassa, donde una tarea administrativa de este tipo "no debería llevar tanto tiempo". Según explica a este medio, en su municipio, con más de 3.000 habitantes, los empadronamientos se hacen “en el mismo momento” presentando la documentación correspondiente: DNI, pasaporte o NIE, el contrato de propiedad o arrendamiento de la vivienda, o bien el permiso de su propietario para hacerlo. Con esto, el Registro Civil “está obligado a empadronar” por ley. Si existen sospechas de fraude --por ejemplo, "viviendas sobreocupadas, con personas que se lucran" con ello--, "se tienen que investigar" a posteriori por los servicios técnicos. Por ello, ve anómala la actitud del consistorio de Ogassa, y cree además que “cualquier alcalde debería estar contento de que la gente se empadrone”.
Por su parte, el presidente del Consejo Comarcal del Ripollès, Joaquim Colomer --también integrante del grupo de Junts--, asegura a este medio que tienen constancia de las quejas de vecinos de Ogassa, y que intentó contactar con el alcalde --que a su vez es consejero comarcal con el grupo de ERC-- varias veces por teléfono sin éxito. “Sabe mal que pueda actuar de esta forma”, apunta, advirtiendo además de que no empadronar puede acabar derivando “incluso en prevaricación”. Colomer señala que el Consejo Comarcal no puede hacer nada, más que intentar hablar con el alcalde para conocer su versión de los hechos y tener información de primera mano.
ERC defiende al alcalde
Una fuente de ERC en el Ripollès consultada por Crónica Global apunta que Tremps, aún yendo en sus listas, es un candidato independiente, y añade que, según el edil, se habrían detectado casos de empadronamientos que no se ajustan a la legalidad y otros “extraños”, como por ejemplo exceso de residentes en una sola vivienda y personas que quieren empadronarse sabiéndose que no viven en el lugar.
Esta misma fuente --que prefiere no desvelar su identidad-- señala que el ayuntamiento tiene potestad, en un plazo de tres meses, de estudiar cada caso para comprobar y verificar si se ajusta a la legalidad o no. Asimismo, se muestra sorprendida por el elevado incremento de peticiones para empadronarse en el último mes y medio. Y señala que el alcalde denuncia la existencia de un intento de alterar el censo de forma fraudulenta, pero por la parte vecinal, y cree que Tremps cumple con la legalidad.
Desde la asociación vecinal, en cambio, Mercader sostiene que, si existen sospechas sobre empadronamientos, estas se tienen que investigar después de empadronarse, y a partir de entonces, pero no antes.