La consellera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Cataluña, Tània Verge, tacha de poco “coherentes” las posturas del técnico del FC Barcelona, Xavi Hernández, y el entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, respecto al Mundial de Fútbol de Qatar. Lo ha dicho esta mañana en una entrevista para el programa Cafè d'idees, de Ràdio 4.
“Me genera contradicción ver figuras que son referentes y luego no son coherentes con la defensa de valores que deberían ser universales”, ha afirmado Verge sobre el posicionamiento de los dos iconos del Barça. Considera inaceptables sus posturas al tratarse Qatar de un país en el que se cometen “vulneraciones de derechos flagrantes”.
Declaraciones polémicas
Ambos profesionales del fútbol, cuyas carreras han tenido relación con Qatar en el pasado, tienen antecedentes de declaraciones polémicas en lo que se refiere al escenario político del país. Hernández, quien asumió el papel de entrenador del equipo catarí Al Sadd en la Qatar Stars League entre 2019 y 2021, sorprendió con sus declaraciones en el diario Ara en 2019, en las que dijo: “Qatar no es una democracia, pero funciona mejor que España”.
Pep Guardiola, por su parte, causó revuelo al comparar la “incomprensión” que suscita Qatar con la situación política de Cataluña.
Un mundial que comienza con el pie izquierdo
En la entrevista, Verge ha hablado también de “banalización” al referirse a las palabras del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien hace unos días afirmó en una rueda de prensa sentirse “árabe”, “gay”, “mujer” o "trabajador migrante" y que le parecía hipócrita criticar desde occidente el Mundial de Qatar. Un mundial que, cabe recordar, carga a sus espaldas la muerte de unos 6.000 obreros involucrados en la construcción de las infraestructura del torneo.
La intervención del directivo ya ha sido públicamente criticada por otras figuras del deporte como el director de la Federación Danesa de Fútbol, Peter Möller. Las selecciones de fútbol que participan en la competición, sin embargo, ya han descartado llevar el brazalete de apoyo a la comunidad LGTBI ante las amenazas de sanción de la FIFA, que castiga toda manifestación de carácter político.