Sorpresa en la presentación del nuevo protocolo de combate contra la violencia de género en Barcelona. El teniente de alcalde de Prevención y Seguridad de la Ciudad Condal, Albert Batlle, ha sido relegado al público en la puesta de largo del acuerdo entre Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana. Batlle ha quedado fuera de los focos y ha tenido que ceder el protagonismo a la alcaldesa Ada Colau y al consejero catalán de Interior, Joan Ignasi Elena.
Ha ocurrido hoy en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona, donde la primera edil y el conseller, acompañados de altos cargos de la Urbana y Mossos, han dado cuenta de la nueva entente para luchar contra la violencia machista en la urbe. La noticia de una nueva colaboración para acabar con el fenómeno ha quedado ensombrecida por una ausencia en el escenario: la de Albert Batlle, que ha quedado sentado en primera fila por órdenes de los equipos de protocolo.
Trabajo de largo plazo
La decisión de arrinconar al responsable de Prevención y Seguridad llega pese a que el equipo de Batlle sí ha participado en la elaboración del protocolo, que se ha cocinado con esmero entre la Administración local y la autonómica durante tiempo.
Pese a ello, los equipos de la munícipe y del conseller Elena han dejado fuera de la foto al también concejal de PSC-Units, lo que ha provocado diversos comentarios en la sala de actos de la casa consistorial.
Denuncias y un servicio de atención a la mujer
Con lo que respecta al contenido, a principal novedad del protocolo de colaboración es que la Urbana también podrá recoger denuncias de ciudadanas relativas a episodios de violencia machista. Los funcionarios podrán tomar declaración en casos de ocho posibles delitos contra las víctimas.
Asimismo, el cuerpo municipal de seguridad abrirá un Servicio de Atención a la Víctima en la comisaría de Las Ramblas. Esta sede policial servirá para formar a los efectivos policiales y dar una atención integral a las agredidas por medio de los recursos policiales y sociales existentes.