Nueva riña entre la Conselleria de Educación y los sindicatos. El departamento que dirige Josep Gonzàlez-Cambray ha lanzado una iniciativa que los trabajadores tildan de simple “propaganda” el mismo día que se reúne con la parte social. Ahora, asegura que mejorará las ratios de alumnos por docente y se fijará la cifra “más baja de la historia”, una de las reivindicaciones más antiguas del profesorado catalán que ahora tienen que atender a 20 menores por cada grupo, ya que hubo una rebaja de cinco alumnos a raíz de la caída de la natalidad.
Según los datos que ha hecho llegar la consejería, a partir del 1 de enero de 2023 cada profesor tendrá una media de 9,59 estudiantes gracias a la incorporación de 3.566 profesionales educativos. La entrada de éstos responde al acuerdo que alcanzaron ambas partes el pasado septiembre: reducir una hora lectiva a cambio de poner fin a las huelgas durante el inicio de curso.
Unas cifras poco representativas
Las cifras de la Conselleria muestran que la ratio más baja de alumnos se había registrado en el curso 2007-2008, con un poco más de diez alumnos por docente. A partir de entonces, comenzó a incrementarse hasta alcanzar el pico en el curso 2012-2014 con más de 12 de media. Sin embargo, cabe destacar que la estadística se refiere al alumnado de todas las etapas educativas. Desde infantil hasta la postobligatoria. Eso es, primaria, secundaria, educación especial, bachillerato, ciclos de formación profesional de grado medio y superior y programas de formación e inserción.
En este sentido, los sindicatos educativos lamentan que las cifras aportadas por el Departamento “no son representativas de la realidad” en las aulas. “Brindan todos los datos globales, desde infantil hasta la postobligatoria, por lo que no tienen en cuenta que hay grados de FP que están saturados con 35 alumnos y otros, con baja demanda, que la ratio es mínima”, explican.
"Propaganda electoralista"
Las fuentes consultadas por Crónica Global consideran que este anuncio es “propaganda electoralista”, y que coincide con una reunión con los sindicatos para tratar de desencallar el resto de mejoras laborales y evitar nuevas huelgas a principios de 2023. “Lo que quiere es desprestigiarnos”, aseguran.
Asimismo, recuerdan que la incorporación de 3.566 docentes no significa que se reduzcan las ratios, ya que serán profesionales “multiusos”. Es decir, es posible que se note una mejora en el centro donde estén referenciados, pero no que éstos vayan en aquellos grupos donde la proporción sea más alta. “En la Cataluña rural ayudará a reducir las ratios, pero en la Cataluña metropolitana no se percibirá la mejora porque son muy amplias”, señalan. Además, en los nuevos grupos de infantil que se abran para pequeños que inicien la escolarización obligatoria se mantendrán los 20 pequeños por clase.
Los sindicatos exigen a la Generalitat a realizar una planificación inteligente y que tenga en cuenta las demandas reales del sistema educativo del refuerzo laboral que se ha comprometido a abordar. Demandan que se "destinen" todos los nuevos docentes de refuerzo a las aulas que estén más colapsadas.