El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una comparecencia donde valora la reforma del delito de sedición como un paso importante / EUROPA PRESS

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una comparecencia donde valora la reforma del delito de sedición como un "paso importante" / EUROPA PRESS

Política

Aragonès ve la reforma de sedición como un “paso importante”, pero exige amnistía y referéndum

El presidente de la Generalitat celebra el pacto con Sánchez, pero le reclama "dar más pasos" para lograr la "desjudicialización"

11 noviembre, 2022 09:16

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, considera que la reforma del delito de sedición es un "paso importante en la resolución del conflicto político" con el Gobierno, pero no lo ve suficiente. Y es que avisa de que todavía se deben lograr la amnistía y la votación de un referéndum. "Hoy damos un paso importante, pero habrá que dar más. Seguimos comprometidos en conseguir los efectos de la amnistía porque es la mejor vía para garantizar el fin de la represión y la desjudicialización", ha expresado.

Estas palabras del president llegan horas después de que Sánchez anunciase la presentación de una iniciativa legislativa en el Congreso de los Diputados para rebajar las penas por sedición, delito por el que fueron condenados los políticos que organizaron el referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia en octubre de 2017. 

Con la reforma, el delito pasará a llamarse de “desórdenes públicos agravados” y se reducirán las penas, homologándolo al de otras democracias europeas como Alemania, Francia, Italia, Bélgica y Suiza. De esta forma, pasaría de los quince años de cárcel que hay actualmente estipulados, a cinco. 

"Queda camino por recorrer"

En una comparecencia a primera hora de este viernes desde el Palau de la Generalitat, Aragonès considera que el pacto alcanzado con el Gobierno en el marco de la mesa de diálogo es un "paso adelante" y una "mejora para las personas represaliadas". En este sentido, ha manifestado que con la derogación de la sedición es "más difícil perseguir arbitrariamente al independentismo" como cree que se hizo en los años más candentes del procés. Sin embargo, el president no se conforma y avisa de que "todavía queda camino por recorrer".

"Seguiremos trabajando para ampliar los acuerdos y construir otros nuevos para que nos ayuden a avanzar", asegura, y vuelve a hacer hincapié en la amnistía y la celebración de un referéndum. Cuestiones que Sánchez, hoy por hoy, "no va a aceptar" porque no forman parte de la legislación ni de la Constitución, según dijo este jueves por la noche en una entrevista en La Sexta. 

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha prometido modificar el delito de sedición / GALA ESPÍN (CRÓNICA GLOBAL)

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha prometido modificar el delito de sedición / GALA ESPÍN (CRÓNICA GLOBAL)

A cambio de los PGE 

Asimismo, el president se ha atribuido el mérito para lograr el fin del delito de sedición: "El acuerdo es una clara muestra de que perseverar en los objetivos da sus frutos y que, perseverando en tus ideas, consigues llegar a acuerdos". Por eso, insta a las formaciones independentistas a "usar toda la fuerza para culminar la represión" y votar "sin violencia y garantizando que todas las partes aceptarán el resultado". 

Por otro lado, Aragonès no ha concretado si la reforma del delito de sedición es a cambio del apoyo de ERC a los Presupuestos Generales del Estado. "No es un acuerdo de partidos, va de derecho y libertades", ha espetado. 

La reforma no convence a nadie

Tal y como ha explicado Crónica Global, la iniciativa impulsada por el Gobierno genera rechazo no sólo entre los independentistas --que la ven insuficiente--, sobre todo entre los partidos constitucionalistas que la interpretan como una nueva concesión del Gobierno a los “golpistas”, después de los indultos a los políticos encarcelados. 

Pero más indignado se ha mostrado el expresidente de la Generalitat huido en Bélgica, Carles Puigdemont, que ve la reforma como "un truco" de Sánchez, a quien ha tildado de "maestro en el arte del engaño" ya que, a la práctica, cree que es "lo mismo" que una persona vaya cinco o quince años a la cárcel. "El delito no se deroga: se le cambia el nombre y se anuncia una rebaja de penas. Alerta", agregaba en las redes sociales.