Los partidos trabajan a destajo en la preparación de la maquinaria electoral con la vista puesta en las elecciones municipales. Apenas 200 días distan para unos comicios cruciales en Cataluña para dirimir quién manda en el mundo independentista y si el PSC consolida sus posiciones en la Cataluña metropolitana, la más poblada de la comunidad, y recupera su presencia en la Cataluña interior, perdida en 2015.
El camino hasta la cita electoral es complicado porque el Govern tiene una exigua minoría para sostenerse tras la marcha de Junts y los presupuestos están en el aire, por lo que todos los movimientos cuentan. Sin embargo, en ERC han planificado una estrategia paralela poniendo al Govern al servicio de las municipales. El objetivo es doble.
Más presencia en el área metropolitana
Primero, achicar espacios a Junts en el interior para ganar las elecciones y fagocitar a los neoconvergentes en el poder local: diputaciones y consejos comarcales. Las divisiones en el mundo de Junts ayudan. Por ejemplo, en Lleida un buen número de candidaturas del PDECat se han agrupado bajo la marca Impulsem Lleida, lo que afectará a los resultados de Junts y debilitará su presencia en la gobernanza local.
Segundo, aumentar su presencia en el área metropolitana de Barcelona arañando concejales en todos los municipios y ganando Barcelona para reducir los cómputos del PSC en el poder local que pasan por arrebatar a los socialistas la Diputación de Barcelona pactando con los comunes y con otras fuerzas como Tot per Terrassa. Un pacto que también se llevaría a cabo en la ciudad de Barcelona. En el diseño de esta campaña está el presidente de ERC, Oriol Junqueras. Se trata de sostener al Govern hasta las municipales para ampliar el poder municipal republicano. Tras las elecciones se podría abrir la opción de un adelanto electoral en función de los resultados del 28 de mayo. Por tanto, hay que sostener al Govern. Irónicamente un dirigente socialista definía así la situación: “El Govern tratará de sostenerse, pero nunca llueve a gusto de todos, mejor que no llueva. Es decir, que no se gobierne”.
El PSC, "traidor"
Junqueras, en una entrevista en La Vanguardia en la que eludió todos los temas, apuntó en esta dirección al manifestar que “el PSC tiene un largo camino por recorrer si se quiere reconciliar con la sociedad catalana”. “Esperamos que Junts, ahora que se ha desentendido del Govern, no quiera desentenderse también del país y de la sociedad”, apostilló. En traducción electoral, si Junts no apoya al Govern irá contra el país, lo que parece será la punta de lanza de la campaña republicana, abriendo la puerta al PSC en tema presupuestario, pero también augurando el eslogan electoral y fijando a un PSC traidor en 2017.
En ERC no dudan en señalar al presidente de su partido como el estratega de la campaña electoral. Ha sido muy activo en la formación del sottogoverno porque quiere que sea el principal agente electoral de ERC en el territorio aprovechando su experiencia o su filiación política para entrar en caladeros de otros partidos y para ampliar la base republicana.
Fichajes cuperos
Además de los sonoros fichajes en el mundo de la CUP –Maties Secarrant, Mireia Boya–, los nuevos agentes electorales están en el núcleo duro de las conselleries, en las secretarías generales. Quim Nin, vinculado al PDECat y que fue secretario general de presidencia con Puigdemont, es alcalde de Albinyana y vicepresidente de la Diputación de Tarragona, en Universidades. El histórico Oriol Amorós, con Carles Campuzano, lo que puede ser el tándem para desestabilizar a Junts de la mano del PDECat.
Bernat Costas, en Acción Exterior, es una persona muy vinculada al sector agrícola fundamental en la confección de listas en la Cataluña interior. Uno de los estrechos colaboradores de Laura Vilagrà, la mano derecha de Junqueras en Presidencia, ha recalado en Territori. Joan Jaume i Oms tiene un amplio contacto con el territorio por su actividad profesional al frente de la empresa pública Infraestructures de la Generalitat además de secretario de Administración Pública.
Por cierto, no es casual que Vilagrà haya concentrado todo el poder en el ámbito de los funcionarios de la Generalitat. Jordi Martinoy, bien conocedor de Girona desde la atalaya de director de los Servicios Territoriales de la provincia, se ha situado en Justicia, con Gemma Ubasart, que desarrollaba su actividad docente en la Universidad de Girona. El decalaje continúa en las direcciones generales donde personas vinculadas a Junts han mantenido su puesto y jugarán un papel en la elaboración de listas haciendo un nuevo agujero en el que fuera su partido. Este será el núcleo duro del Dream Team electoral de ERC.