Un joven acusado de llevar en su mochila material para fabricar un artefacto explosivo durante la manifestación independentista contra la celebración en Barcelona de un Consejo de Ministros en 2018, y para quien el fiscal pide seis años y 10 meses de prisión, ha declarado ante el tribunal que no participó en las protestas.
En la sección tercera de la Audiencia de Barcelona ha comenzado este lunes el juicio, en el que también se han sentado en el banquillo de los acusados otras dos personas, a quienes el ministerio público considera conocedores de los hechos y cómplices al atribuirles tareas de vigilancia para poder atentar contra los Mossos d'Esquadra.
Ácido clorhídrico, clavos y chinchetas
Según el escrito de acusación del ministerio público, agentes de los Mossos que formaban parte del dispositivo destinado a garantizar la seguridad del Consejo de Ministros dieron el alto al principal imputado, que "se revolvió agresivamente dando golpes con los brazos" a los policías, hasta que pudo ser reducido.
Durante el registro de la mochila que portaba, los mossos hallaron una botella de plástico con ácido clorhídrico en solución acuosa --un líquido muy corrosivo que produce quemaduras en contacto con la piel, por ingestión o por inhalación-- envuelta en cinta de embalar "con la inscripción 'Puta España'" y una caja metálica con 16 bolas de papel de aluminio y 20 clavos y chinchetas.
El fiscal sostiene que el acusado pretendía lanzar contra los agentes de los Mossos estos objetos encontrados en su mochila.
"Cóctel químico"
El material hallado es un "conjunto de elementos que convenientemente utilizados podrían dar como resultado un cóctel químico" llamado McGiver, que en el caso de explosionar puede producir quemaduras químicas a cualquier persona que entre en contacto con el líquido, además de los clavos y chinchetas que pueden ser utilizados como metralla.
Por estos hechos, este joven está acusado de un delito de tenencia de artefacto o sustancias explosivas en condición de promotor, de un delito de conspiración para cometer un atentado a agente de la autoridad y de un delito de resistencia, mientras que a los otros dos procesados les imputan los dos primeros delitos, pero no el de resistencia.
Durante la vista, el principal acusado, que solo ha contestado a las preguntas de su abogada, ha testificado que estaba solo cuando vio la manifestación y la línea policial a lo lejos, por lo que comenzó a "caminar rápido para intentar encontrar una salida", cuando notó un "golpe detrás" y que unos agentes procedieron a su detención, a la cual "no me resistí".
Grupo de Telegram
La principal prueba contra los otros dos imputados es que todos ellos pertenecían a un grupo de Telegram que se creó unos diez días antes de la celebración del Consejo de Ministros el 21 de diciembre de 2018 en la Llotja de Barcelona, en el que vertieron comentarios sobre el mismo.
Estos dos acusados han asegurado durante el juicio que se trataba de un grupo en el que se habló de muchos temas, y que las afirmaciones que se pudieron hacer sobre el Consejo de Ministros eran en un "tono de broma" y sin que hubiera ninguna "intencionalidad" contra los Mossos: "Para nada haría daño a nadie", ha dicho uno de estos dos jóvenes, después de que ambos hayan negado haber participado en las protestas.
Tedax
Los agentes antidisturbios de los Mossos que han declarado como testigos en el juicio han corroborado que ese día no detuvieron a estos dos últimos jóvenes, pero sí al principal de los imputados que, según los policías, llevaba en su mochila material diverso para fabricar un artefacto explosivo o incendiario, así como ropa de recambio de "camuflaje para evitar ser identificado", "gafas industriales protectoras", "guantes", "mapas con diferentes itinerarios" y una "planimetría de la zona". Han señalado que al detectar que podría tratarse de material para fabricar un artefacto se activó de urgencia a los Tedax.
Los agentes de los Tedax desplazados al lugar realizaron una prueba in situ que determinó que se trataba de un "líquido muy ácido", y posteriormente, ya en dependencias policiales, comprobaron que era ácido clorhídrico concentrado, según han declarado los dos policías de los Tedax que realizaron el informe pericial y los de la científica.
"El líquido hincha el recipiente hasta explosionar, libera el gas, y el ácido no utilizado en la reacción sale despedido en todas direcciones con todo lo que pueda contener", como los clavos y chinchetas, "incrementando el potencial lesivo", ha explicado la agente de los Tedax.
Funciones para atentar "muy delimitadas"
Los dos agentes de los Mossos encargados de extraer y analizar las conversaciones del grupo de Telegram del móvil intervenido al acusado principal, que han testificado como peritos, han subrayado que de las mismas se desprende que las funciones para atentar contra los mossos estaban "muy delimitadas".
Dos de ellos --el principal imputado y otro procesado todavía en fase de instrucción-- "llevarían a cabo la acción", mientras que los otros dos jóvenes que hoy se han sentado en el banquillo de los acusados "harían las tareas de control y vigilancia".
"Se habla de acciones a cometer ese día, de reparto de funciones ... y hay frases relevantes en las conversaciones como, por ejemplo, 'podemos llevar algún artefacto para atacar a los Mossos', se habla del gas que desprende el artefacto, del recipiente --mejor botella de plástico que de cristal--, de añadir elementos para metralla.....", ha explicado uno de los peritos de la policía catalana.