La guerra interna que vive el grupo municipal de Cs desde la marcha de Celestino Corbacho ya se ha cobrado la primera víctima. La hasta ahora presidenta del grupo y alcaldable, Luz Guilarte, ha renunciado este lunes a su acta de concejal  y no será la candidata a las elecciones municipales de 2023.

Lo ha dicho en una comparecencia después de que el pasado jueves el portavoz del grupo, Paco Sierra, y la concejal que sustituyó a Corbacho, Noemí Martín, presentasen un escrito al Ayuntamiento para reconfigurar el grupo y que Guilarte no fuera la presidenta.

“Un golpe de Estado”

Guilarte, que este viernes ya no estará en el pleno municipal, se ha referido al motín de Paco Sierra como una "trama en contra del resto de compañeros y del propio partido" y ha confiado en que "esta decisión facilite que la dirección pueda acordar y poner al frente de este reto municipalista un liderazgo ajeno a esta situación".

Tal como avanzó Crónica Global, Sierra y Marín pretendían relegarla y asumir el cargo de presidente del grupo y que la nueva edil fuera la portavoz. La dirección del partido entendió la actuación de ambos  como un “golpe de Estado” y se posicionó con Guilarte, a quien señalaron como la persona que debía liderar el proyecto de Cs en Barcelona. A Sierra, por su parte, se le abrió un expediente de expulsión por presentar el escrito a través del que pretendía autoproclamarse presidente e intentar integrarse en otras listas de cara a las elecciones municipales de 2023.