Los siete nuevos consellers ya han tomado posesión en el Govern en solitario de Pere Aragonès. Este martes a las nueve, los consejeros han prometido el cargo antes de acceder, por primera vez, a la reunión del consell executiu. Lo han hecho en un acto institucional que ha tenido lugar en el Palau de la Generalitat. "El Govern inicia una nueva etapa con un equipo renovado que incorpora experiencia y creatividad, que seguirá trabajando con la capacidad de pensar y hablar a la Cataluña entera, sin menospreciar a ningún territorio", ha manifestado durante su discurso inicial.
Este martes se produce la primera reunión del nuevo Ejecutivo autonómico tras la salida de Junts, cuya militancia decidió romper con los republicanos al considerar que el president no estaba cumpliendo lo acordado para alcanzar la independencia.
Apela a los exconsejeros de Junts
En sus primeras palabas, el president ha dado las gracias a los consejeros salientes de JxCat por "su compromiso y por la tarea realizada" en todos los Departamentos. "Las circunstancias políticas han llevado a que el Govern que iniciamos en mayo de 2021 no haya podido continuar", ha expresado. "Estoy convendido de que harán una valoración positiva porque siempre ha habido la voluntad y la convicción de servir a los ciudadanos del país", ha añadido, antes de dar paso a los nuevos consejeros que deberán "asumir responsabilidades en un momento complicado debido al contexto económico, social, geopolítico y en relación con el conflicto político con el Estado".
A ellos les ha pedido dedicar todo su esfuerzo para "poner el futuro político de Cataluña en manos de su ciudadanía". "Sabéis que siempre me tendréis a vuestro lado para acompañaros y haceros más fácil vuestra tarea", ha espetado el president. Y ha añadido: "A todos nos corresponde tomar decisiones muy importantes en cada uno de los ámbitos sectoriales. Os pido que nunca olvidéis que os debéis a todos y cada uno de los ciudadanos de Cataluña".
Aragonès explica los cambios
Este martes a las 12.30 horas, Aragonès comparecerá en una rueda de prensa para explicar los cambios. Por la tarde, a partir de las 16 horas, los nuevos consejeros harán el traspaso de carteras: la consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret; el de Universidades e Investigación, Quim Nadal; el de Territorio, Juli Fernàndez; el de Derechos Sociales, Carles Campuzano; el de Salud, Manel Balcells; la de Economía y Hacienda, Natàlia Mas; y la de Justicia, Gemma Ubasart.
Sin embargo, los cambios no están bien vistos por quienes, hasta hace cuatro días, eran los socios de la coalición. Y es que Junts, tras salir del Govern, niega la "legitimidad democrática" del nuevo gobierno. De hecho, desde que la militancia de los posconvergentes decidió abandonar a ERC, la plana mayor del partido ha endurecido sus mensajes contra Aragonès, a quien insisten en señalar dos únicas salidas: o someterse a una cuestión de confianza o convocar elecciones. Algo que, desde las filas republicanas, descartan.
Veto al PSC
Pero si Aragonès tiene un reto es el de los presupuestos de la Generalitat para 2023, para los que, de momento, no se plantea buscar el apoyo del PSC. En este sentido, la secretaria general adjunta Marta Vilalta, reafirmó ayer el veto a los socialistas para pactar las cuentas y redobló la presión sobre JxCat, quienes considera deben ser una "oposición constructiva" y, por tanto, dar luz verde a los números.
Por su parte, la portavoz del PSC, Elia Tortolero, consideró "irresponsable" que el nuevo Ejecutivo autonómico, ahora "más débil", rechace la mano tendida de su formación para aprobar las cuentas. Por eso, retó al president a explicar "con quién" piensa gobernar ahora tras la salida de Junts y los rifirrafes constantes con la CUP.