El exvicepresidente del Parlament, Josep Costa, ha abandonado la sala del juicio a la Mesa después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) haya rechazado su petición de anularlo. Tras oír la resolución del tribunal, ha anunciado que renuncia a presentar pruebas y a declarar.
Así pues, Costa no estará presente en el juicio ni como acusado ni como abogado --ya que se autodefiende--, lo que ha obligado a pausarlo. Y es que, tal y como ha avisado el tribunal, Carlos Mir, la sesión puede continuar sin un acusado, pero no sin su abogado. "La defensa es necesario que esté, aunque sea formalmente".
Rechaza otro abogado
Sin embargo, Costa también ha descartado designar a otro abogado para que le defienda, ante lo que Mir ha valorado que el tribunal no tendrá "más remedio" que adjudicarle uno de oficio. Además del expresidente de la Mesa, están acusados el expresidente del Parlament y actual conseller de Empresa, Roger Torrent, y los exmiembros independentistas de la Mesa, Eusebi Campdepadrós y Adriana Delgado.
Todos ellos se enfrentan a penas de inhabilitación de hasta 20 meses por presunta desobediencia al tramitar resoluciones parlamentarias a sabiendas de que suponían desoír al Tribunal Constitucional (TC).
Una actitud "simple e infantil"
Por su parte, el fiscal José Joaquín Pérez de Gregorio ha asegurado que, lo que ha ocurrido, "ya era previsible". Ha achacado a Costa intentar dilatar el procedimiento desde la fase de instrucción y ha señalado que irse de un juicio sin permiso del tribunal puede sancionarse con una multa.
Además, ha calificado la actitud del acusado como una "estrategia burda, simple e infantil para evitar que el juicio se pueda celebrar", y se ha mostrado favorable a designarle un abogado de oficio para poder continuar el juicio. La acusación popular de Vox ha criticado la "falta de respeto" de Costa y ha reclamado abrirle un expediente disciplinario, mientras que el resto de defensas han mostrado respeto por su estrategia.