Ciudadanos vuelve al centro. Para ello, estrena una nueva sede en el corazón de Barcelona, en el barrio de Sant Antoni, con la que intenta pasar página de los resultados de las elecciones autonómicas que le dieron seis diputados y ganar presencia en la Ciudad Condal a pocos meses de las municipales de 2023.
El nuevo local está situado en el número 69 de la ronda Sant Pau, entre el Eixample y el Raval, y muy cerca del conocido Mercat de Sant Antoni. Un lugar emblemático y popular entre los barceloneses que levantará persianas la próxima semana. Contará con la participación de los seis representantes en el Parlament y de otros concejales y afiliados.
De la zona alta al centro
La formación naranja cerró su sede de la calle Balmes, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, tras el batacazo electoral sufrido el 14F --pasando de 36 escaños a seis--. Pese a que siempre han negado que el cierre de puertas se debiera a un asunto económico, sino a que era un local poco práctico, lo cierto es que la mudanza coincide con un momento delicado. Hoy por hoy, el anterior establecimiento de Balmes, 191 lo ocupa una tienda del Espanyol.
El secretario de acción institucional en Cataluña, Joan García, explica en declaraciones a Crónica Global que se trata de un cambio "a mejor", pasando de la zona alta de Barcelona al centro. Con este traslado quieren evidenciar que Ciudadanos sigue "cerca de la gente", en un barrio popular. "No es la zona alta la que es representativa de los barceloneses", asegura.
El corazón tribandera
El nuevo espacio, que abrirá la semana que viene tras unos meses de reformas, está compuesto por cuatro salas: dos con capacidad para 10-12 personas y otras dos, para unas 50-60. La intención de los naranjas es aprovecharlas para realizar actos mediáticos y "reunir a afiliados", quienes tendrán un papel esencial en las urnas en mayo de 2023.
Asimismo, García avisa a este medio de que la marca Ciutadans --en catalán-- y el corazón tribandera seguirán siendo protagonistas del nuevo local, pese al proceso de refundación iniciado por Inés Arrimadas, en el que no se descarta un cambio de nombre. Y es que la dirección catalana, encabezada por Carlos Carrizosa, ya se ha mostrado contraria a renombrar la formación.
"Vamos a reforzar la imagen del partido. En Cataluña consideramos que el nombre no debe cambiarse y, si se hace a nivel nacional, aquí no se hará. Tampoco quitaremos el corazón tribandera", tan propio de la formación que llegó a ganar las elecciones en Cataluña en el año 2017, en pleno auge del procés.
Sedes cerradas
Esta nueva sede será la autonómica de Ciudadanos y prevé centralizar toda la actividad del partido en Cataluña. De hecho, es de las pocas que mantiene la formación después de cerrar las que tenía en Lleida y Tarragona. Por ahora, conserva las de Cornellà de Llobregat y Girona, que dice que mantiene por la "presión del nacionalismo". "En Girona tenemos sede porque nos ponen problemas para montar encuentros en otros espacios públicos y en centros cívicos", añade.
El nuevo local del que se están ultimando los detalles no solo hará que se acerquen más al centro de la Ciudad Condal. También permitirá ahorrar al partido unos 2.000 euros al mes --pasando de 6.000 de alquiler a unos 4.000, según datos de García-- y utilizarla para reforzar la imagen de Luz Guilarte como candidata naranja al Ayuntamiento de Barcelona en 2023.