Los ultras de Bastión Frontal preparan su disolución tras una auténtica desbandada en Cataluña, región en la que desembarcaron en 2021, como avanzó este medio. Ahora, esta plataforma de ultraderecha identitaria ultima el final de una polémica iniciativa que lideraron la activista neonazi Isabel Peralta y Rodrigo Miguélez, el hombre que protagonizó un escrache al propio Pablo Iglesias en marzo de 2021. 

Isabel Medina Peralta, en el acto de homenaje a la División Azul / YOUTUBE

Es lo que explican diversas fuentes policiales y confirman voces del entorno de los extremistas. Según éstos, Bastión Frontal “nació como respuesta a las duras restricciones de la pandemia del coronavirus, y ahora que el virus remite, ya no tiene sentido su existencia”. Por ello, se encamina a su disolución, insisten fuentes conocedoras. 

En Cataluña, confusión

Otras fuentes recuerdan que Bastión Frontal intentó establecerse en Cataluña como una de sus expansiones principales. “No cuajó por varios motivos, discrepancias ideológicas, presencia de topos de los Mossos d’Esquadra —algo que avanzó este medio pero la policía catalana jamás confirmó— y concomitancia con ultras independentistas”, alertan. 

Esto último es "exactamente así", recuerda una tercera fuente desde el anonimato. Sostiene que a los identitarios patrios "llegaron nacionalistas de Front Nacional de Catalunya (FNC) y Moviment Identitari Català". ¿Quién? "Tres de ellos, uno de los cuales el portavoz de Defensa Catalunya [una plataforma ultra secesionista]. Sostenían que eran nacional socialistas, pero uno de ellos parecía un topo", indica la misma fuente. 

Fuga

Sea como fuere, la confusión catalana conllevó la retirada de los ultras en Barcelona y Lleida, donde el proyecto de Miguélez y Peralta --ésta ya desvinculada-- pretendía coger raigambre. "Algunos patriotas se marcharán a Hacer Nación --una red solidaria ultra-- y otros se integrarán en otros proyectos", ha explicado uno de los radicales de esta última capital provincial. 

Con ello se pone fin al intento de la entidad de establecerse en Cataluña y reactivar una extrema derecha que lleva años durmiente en la región, coincidiendo con el fin del procés independentista. 

"Faltaron ideas"

Otro exmiembro madrileño de esta fracción radical sostiene que Bastión Frontal, que protagonizó capítulos polémicos, como un escrache en Coslada al exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias cuando éste hacía campaña en las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, "estuvo falto de ideas". Según esta voz capitalina, la iniciativa ultra "era demasiado tendente a la acción y poco al debate". 

Una voz rival --que aflora la riña interna que aquejó esta aventura extremista-- le desmiente y atribuye el naufragio de los nuevos ultras de choque "la confusión ideológica, que llevó a invitar a conferencias a José Antonio Llopart [un histórico intelectual del sector ultramontano] o a acercarse a exseparatistas vascos". 

En mínimos

Sea como fuere, la desaparición de Bastión Frontal en Cataluña, que antecede a la prevista disolución salvo sorpresa de la asociación a nivel nacional, deja el espacio ultraderechista catalán sin vehículo político. Lleva así desde el desafío independentista en la autonomía, por bien que durante el procés se produjeron incidentes en Barcelona en los momentos más calientes del órdago. 

Escrache de Bastión Frontal a Pablo Iglesias en Coslada / EFE

Los radicales catalanes se podrían arremolinar en torno "al fútbol", explica el exactivista de Lleida. Sea como fuere, la Policía Nacional decapitó a los nuevos Boixos Nois en noviembre de 2021, asestando un mazazo a la nueva hornada de los más hinchas del FC Barcelona. 

Agresión

Esa futbolización de la nueva extrema derecha catalana, de hecho, ya había mostrado signos tras la detención de Rodrigo Miguélez por una grave agresión a un compañero en Valencia. Lo acusan de lesiones con alevosía tras partir la mandíbula a la víctima. Los hechos pudieron tener que ver con, precisamente, el balompié, explicaron a Crónica Global voces cercanas a lo ocurrido a este medio. 

La semana pasada, no obstante, El Periódico lo atribuyó a una lucha de poder entre los radicales. Este medio ha contactado con Rodrigo para que explicara los hechos y la futura disolución de Bastión Frontal, los ultras que lideró, pero el joven ha colgado el teléfono.