Pere Aragonès, el president de la Generalitat de Cataluña, deja plantada a la ANC en la celebración de la Diada. El dirigente ha confirmado que no asistirá a los actos de celebración del 11-S alegando que sería poco coherente con lo que defienden los propios organizadores.
Considera que es una manifestación "contra los partidos políticos y contra las instituciones" y no "contra el Estado español". El president insiste en que la ANC hace un "planteamiento frontal" y, por eso, avanza que no irá a donde no será bien recibido. De hecho, en el manifiesto de la plataforma para la próxima movilización se afirma que "se ha acabado esperar nada de los partidos, solo el pueblo y la sociedad civil organizada podrán alcanzar la independencia".
Manifestación sin 'president'
Será la primera vez desde que Artur Mas presidía la Generalitat que un presidente catalán no acuda a la manifestación de la Diada.
Tanto Carles Puigdemont como Quim Torra asistieron a estas movilizaciones cuando encabezaban el ejecutivo autonómico, igual que hizo Aragonès el año pasado.
Actos oficiales
No obstante, participará en los actos oficiales previstos para la jornada. Ya en la víspera de la Diada, el líder político dará un discurso institucional desde el foro romano de Empúries (Girona).
El 11 de septiembre, Aragonès encabezará la ofrenda floral del Govern al monumento de Rafael Casanova en Barcelona y participará en los fastos en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). A las diez de la noche presidirá el acto institucional central del 11-S frente a las columnas de Puig i Cadafalch, en Montjuïc (Barcelona).
Desunión 'indepe'
El independentismo llega a la Diada en un ambiente de desunión interna y sin una hoja de ruta compartida. Esto ha provocado que la ANC haya coqueteado con la opción de promover una cuarta candidatura separatista a las próximas elecciones autonómicas.
Este movimiento de fondo habría generado malestar en ERC, que no ve con buenos ojos la dispersión del voto favorable a la secesión de Cataluña.