El consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha ordenado a las direcciones el fin del 25% de castellano en las aulas. A partir del próximo 5 y 7 de septiembre en los centros de primaria y secundaria, respectivamente, no se deberán aplicar porcentajes, tal y como se establece en las leyes del catalán que indican que la enseñanza de las lenguas debe adaptarse a la realidad sociocultural de cada zona. Pese a ello, Cambray ha avisado de que defenderá la lengua catalana "con más firmeza que nunca".
Tampoco tendrán que aplicar tantos por ciento aquellos grupos cuyas familias pidiesen cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC): "No hay ningún centro que tenga que cumplir una resolución judicial que obligue a impartir el 25% de castellano". Así lo ha anunciado el titular de Educación en una rueda de prensa en la que ha explicado las novedades de cara al curso que se inicia la próxima semana en Cataluña y que debe estar alejado de "injerencias judiciales", según ha manifestado.
Aviso a los centros
Pero el conseller no se conforma con haber eliminado el 25%. "En la defensa del catalán nunca tenemos suficiente. Por eso, nos ponemos a trabajar para incrementar el uso del catalán en nuestros centros educativos", ha declarado en otra soflama independentista. Asimismo, ha avisado de que desde la Conselleria vigilarán que "se apliquen los proyectos lingüísticos dentro de las aulas".
Junto a la secretaria general, Patrícia Gomà, y la secretaria de Transformación Educativa, Núria Mora, el consejero ha sacado pecho de los cambios en el sistema educativo autonómico pese al rechazo de los profesores, que volverán a la huelga el 7 y 28 de septiembre. Este jueves los sindicatos y el departamento de Educación se volverán a reunir en la Conselleria de Trabajo para tratar de alcanzar un acuerdo en relación a la reducción de la hora lectiva en primaria y secundaria.
Un acuerdo para evitar la huelga educativa
En este sentido, Cambray se ha mostrado optimista y cree que la parte social validará la última propuesta de contratar a 3.500 docentes de refuerzo a través de una partida de 170 millones de euros. Considera que esta medida revertiría el "principal recorte" impuesto hace 10 años y supondría "un paso adelante en la calidad educativa". "Estamos convencidos de que empezaremos el curso con un acuerdo con sindicatos", ha añadido. Cabe recordar que tanto él como su número dos han dejado claro que no movilizarán esta inversión en la educación pública catalana si los trabajadores no renuncian a sus protestas en una especia de chantaje que la parte social ha rechazado.
Asimismo, ha vuelto a pedir a los profesionales su confianza para la nueva etapa. "Tenemos que ser capaces de reconectar con la ilusión en el caso de que alguien la haya perdido. Con la confianza imprescindible, la honestidad y el orgullo de ser profesor", ha remarcado.
Justifica el nuevo fracaso en la FP
También ha enumerado otras medidas que, según su punto de vista, son positivas, aunque no suficientes para unos profesores que siguen en pie de guerra contra el conseller. Entre ellas, la reducción de las ratios, la gratuidad para la etapa infantil, la amplicación de centros en las zonas rurales, el fomento de la inclusión en las aulas y el impulso de la Formación Profesional (FP).
En este sentido, Cambray ha vuelto a defender que esta "es y será la legislatura de la FP", pese a que miles de personas se han vuelto a quedar sin plaza para acceder a un grado medio y superior. Y es que el departamento sólo ha asegurado el acceso a los alumnos que finalizaban la secundaria: "Teníamos que mejorar el procedimiento y hemos empezado el camino, pero todavía nos queda", ha espetado, justificando así el nuevo fracaso en su modelo. "No todo se puede hacer a la vez. Tenemos recursos económicos y humanos limitados". Ahora cuentan con una partida económica para mejorar la falta de docentes, pero la han supeditado a la negociación laboral.