"Nos han grabado con el móvil desde la distancia y nos han rebajado la puntuación en Google". Es lo que le ha pasado al histórico karaoke Nick de Barcelona, después de que un independentista denunciara públicamente que el local de ocio nocturno no le había dejado acceder con una camiseta política. La sala, abierta en 1964, recuerda que veta "todas las camisetas políticas y de fútbol" para evitar problemas. 

Pancarta de Plataforma per la Llengua exigiendo el catalán como única lengua oficial de Cataluña / CG

Lo ha explicado Y., una responsable del local, en conversación con este medio. Ha detallado que han permanecido ajenos a la polémica en las redes sociales "hasta que una trabajadora ha mostrado al resto lo que se hablaba en Twitter de ellos". Lo que se habla es una cascada de críticas e incluso odio hacia el local por, presuntamente, vetar una camiseta nacionalista catalana. 

"Vetamos toda la política"

Y. subraya que los empleados de la sala "tienen ideologías de todos los tipos, incluida la independendentista". Sus ideas "las dejan fuera del trabajo" y "cumplen a rajatabla con el derecho de admisión". Lo hacen, indica la empresaria, "con todas las camisetas políticas de cualquier tipo y también las de fútbol". 

El objetivo es "evitar problemas entre clientes en un bar en el que se mezclan personas diferentes que, a veces, han consumido alcohol". 

"Dijo que tenía contactos y que nos haría daño"

Es lo que hizo Nick con el cliente que, en plenas Fiestas de Sants, trató de acceder a Nick con una prenda con el mensaje Perdón por hablar en catalán en Cataluña esta semana. Una amiga del hombre lo denunció en Twitter y diversos internautas independentistas aseguraron que arremeterían contra el local. 

Desde el establecimiento señalan que, en efecto, se impidió entrar a esta persona por su camiseta. "Se lo explicaron en catalán. Que su prenda no podía entrar, igual que cualquier otra política. Él respondió que tenía contactos y que nos haría daño", lamentan. 

"Nos graban y rebajan la puntuación"

Por lo pronto, el daño ocasionado es que la puntuación de un local icónico que lleva décadas animando la noche barcelonesa ha bajado. "Nos están recortando la puntuación en Google con opiniones falsas: que si las bebidas son caras, que si la música es mala...todo falso", precisa Y. 

Más inquietante, alguien "grabó la puerta y a los porteros con un móvil desde la distancia este fin de semana". 

Por todo ello, Nick pide zanjar la polémica y dejarles trabajar la margen de la trifulca política.