La consejera de Universidades e Investigación de la Generalitat, Gemma Geis, considera que estos centros no pueden ser neutrales, como según ha mencionado, reclaman Ciudadanos, PP y Vox, pues asegura que la extrema derecha "está aumentando" en los campus. Geis, que ha participado en la 54 edición de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE) junto a siete rectores de universidades públicas, ha respondido a las exigencias de mejora de la financiación y gobernanza con una soflama independentista. "El salto definitivo presupuestario solo es posible con la independencia de Cataluña", ha dicho, tras cifras en 3.500 millones la cifra necesaria para hacer frente a los recursos que reclaman los centros universitarios.
Geis y los rectores catalanes han intervenido en la sesión El sistema universitari dels Països Catalans i el futur de la Universitat Catalana d’Estiu, a la que no ha asistido ningún representante de las universidades valenciana o balear.
Relevo generacional
La consellera ha expresado su preocupación sobre el aumento de la extrema derecha en la universidad. "La democracia se debe defender. Siempre explico a Ciudadanos, PP y Vox en el Parlament que no se puede ser neutral, se debe luchar contra los derechos y libertades", ha dicho.
Ha admitido que la mejora de la financiación es necesaria y ha destacado que el presupuesto de su departamento ha aumentado un 14%, lo que ha permitido reducir precios de acceso a las universidades. Ha anunciado un plan choque para favorecer el relevo generacional y más medidas en materia de transferencia de conocimientos a la sociedad. Entiende que, en este sentido, ley de la ciencia, que será votada en el Parlament en el mes de octubre, como “gran aliada”. Por el contrario, “tenemos una amenaza que es la LOSU (Ley Orgánica del Sistema Universitario), que no defiende la universidad catalana, sino que mira a Europa”.
Los insultos de Geis a AEB
Ha cifrado en 3.500 millones los recursos extra necesarios para atender las demandas de los centros públicos, algo que solo es posible, ha dicho, con la independencia de Cataluña. Geis ha negado que la internacionalización de la universidad se vea perjudicada por la exigencia de una mayor presencia del catalán en las aulas. Geis tildó de fascista a la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) por defender el castellano en las pruebas de selectividad.
Previamente han intervenido los siete rectores asistentes. Josep Pallarès, rector de la Universitat Rovira i Virgili, considera que la universidad y la Iglesia comparten una resistencia a mantenerse en su zona de confort, tienen una inercia a no cambiar. La sociedad debería exigir más financiación, participar en el debate del futuro de las universidades.
Jaume Puy, rector de la Universitat de Lleida y presidente de la Asociacion Catalana de Universidades Públicas, las universidades necesitan estabilidad, previsión y planificación que dure en el tiempo. Echa en falta una mayor transferencia de conocimiento entre universidad y empresa, así como una mejor financiación. Quim Salvi (Girona), se ha referido a las incertidumbres que genera la crisis económica y “el encaje de las universidades de los países catalanes en el Estado”. Ha interpelado a la sociedad respecto a cuatro ejes: innovación, calidad, gestión de los talentos y compromiso social.
"Gobernanza horrible"
Oriol Amat (Pompeu Fabra) se ha referido a las fortalezas y debilidades del sistema. Ha valorado positivamente la producción científica, la creación de una consejería catalana de universidades, mientras que ha criticado la “gobernanza horrible” y la escasa flexibilidad, así como la falta de presupuesto, que según ha dicho, ha mejorado, pero no es suficiente. También se ha referido a la falta de transferencia científica al bienestar social y la baja calidad de la enseñanza.
Daniel Crespo (UPC) considera, al igual que Pallarès, que la universidad “es una institución muy conservadora” y necesita incorporar “sangre nueva” ante la elevada edad del profesorado, lo cual, afirma, necesita de una mejora de la financiación. Por su parte, Javier Lafuente, rector de la UAB, ha defendido la presencialidad y la defensa del uso del catalán en los centros, así como la necesidad de recuperar el músculo de las universidades.
Joan Guàrdia (UB) ha reivindicado la condición catalana de un sistema universitario que califica de “robusto” y que, en cualquier caso, tiene problemas similares al de otras universidades del resto de España. Ha cuestionado el “café para todos” sea la solución a esos problemas. Ha llamado a cambiar el sistema de gobierno y a participar en los debates sociales. Guàrdia cree necesario actualizar el modelo público de universidad y un cambio cultural. “Nos falta coraje para admitir que nosotros somos responsables de la situación, en ocasiones dramática, de la universidad catalana”, ha dicho.