Crisis política en Blanes (Girona). ERC y Blanes en Comú Podem han roto su pacto de gobierno a raíz de un rifirrafe derivado de la retirada de todas las atribuciones a la concejal de los comunes Rosa Aladern, a quien los republicanos atribuyen irregularidades en la gestión.
Frente a esta desconfianza, los comunes oficializaron su ruptura en el pacto de gobernabilidad. Así pues, ERC gobernará el consistorio en solitario con cinco regidores, de los 21 que tiene el pleno.
Moción de censura
Ante esta situación, desde Ciudadanos el concejal Christian Ortiz instó al PSC a impulsar una moción de censura para convertir un gobierno constitucionalista. Hoy por hoy, esa opción continúa encima de la mesa, pero el líder de los socialistas en el municipio, Jordi Hernández, se decanta por no presentarla, sino por hacer un trabajo "constructivo" desde la oposición.
El alcalde, Àngel Canosa (ERC), lamentó la decisión de los comunes a través de un comunicado. “La valoro desde la tristeza. Realmente los cuatro han sido unos buenos compañeros de viaje, trabajadores incansables para nuestro municipio y se les tiene que agradecer”, expresa en sus palabras, en las que no tiene en cuenta a la concejal Aladern.
Cruce de reproches
“Desgraciadamente, el hecho de no tener esta misma confianza en una regidora de su grupo municipal por decisiones y motivos que con ellos he comentado ha provocado que esta situación acabe así”. Y concluye: “Como alcalde, me sabe mal el hecho de que hayan abandonado el equipo de gobierno, porque nos quedaba mucho trabajo por hacer y contaba con ellos porque son unos magníficos trabajadores, y así pensaba que lo podríamos seguir haciendo”.
Por su parte, el portavoz de Blanes en Comú Podem, Jordi Urgell, cierra filas con su regidora. “El alcalde no ha estado a la altura, y menos siendo un abogado. Las irregularidades se tienen que poder demostrar, porque ahora es eso de tirar la piedra y esconder la mano”, expresa en unas declaraciones recogidas por El Punt Avui.