La discriminación ideológica no cesa. Es lo que denuncian los dueños del restaurante Cal Lliuret (Lleida), a quienes los usuarios llaman a boicotear tras subir a sus redes sociales una fotografía con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
La imagen, compartida a través de Instagram, generó una oleada de comentarios ofensivos hacia la regidora y también hacia los trabajadores, que lamentan la polémica. "La defensora de okupas venida a burguesa, no la conozco pero la veo como una política vendida a las élites", escribió alguno de los usuarios, que calificaban la imagen como "publicidad negativa".
Obligada a aumentar la privacidad
Tras la publicación, la responsable del restaurante, Montse Artigas, se vio "obligada" a cerrar el perfil al detectar los mensajes negativos que le hacían llegar a raíz de una fotografía en la que también aparece ella.
"Hay gente que se sobrepasó", asegura, por lo que no solo incrementó la privacidad, sino también bloqueó a las personas que las insultaban. Pese a todo, Artigas siente que algunas personas se tomen como algo personal la visita de Colau. "En nuestro restaurante no discriminamos a nadie", añade.
Otros políticos
Asimismo, asegura que los insultos no provenían de usuarios habituales, ya que tienen "una clientela fidelizada" que no se molestaría por recibir a un cargo público. De hecho, no es la primera vez que acude una personalidad relevante a su establecimiento. Entre otros, varios cargos de la Generalitat o del mundo de la cultura, todos de ideologías diversas.
En declaraciones a Crónica Global, reconoce que no imaginaban que "sucedería todo esto". Por ello, la solución que encontró fue privatizar el perfil de esa red social --la única con la que cuenta el local--. Al menos, hasta que las aguas se calmen.
Pero los "maleducados" no cesaron, pues encontraron una nueva forma de atacar a través de los buscadores, donde se pueden leer reseñas malintencionadas: "Si fue Colau tendré que esperar a que se vaya su prepotencia para volver… lo siento por los dueños…"; o "restaurante podemita, mejor no ir donde ha pisado Ada Colau. A saber qué te meten en el plato... Hay mejores sitios, más agradables, que no buscan amiguismos con esa gentuza".