El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), ha cerrado filas con Junts este martes en la despedida del curso político y ha retado al Gobierno a poner “las urnas” en un “referéndum” si “tan seguro está” de que ganaría el no a la independencia. De este modo, el republicano ha tensado el diálogo con el Ejecutivo y ha puesto paños calientes sobre la relación entre los socios gubernamentales (ERC y Junts), que ha sufrido una nueva grieta a cuenta de la destitución de Laura Borràs –que será juzgada por corrupción— como presidenta del Parlament con los votos favorables de Esquerra en la Mesa de la Cámara catalana.

Aragonès ha iniciado su discurso con un repaso de las actuaciones que ha llevado a cabo el Govern en los últimos meses, tanto las planificadas como las sobrevenidas, y ha destacado el diálogo con el Gobierno a la vez que ha llamado a Junts, de forma velada, a dejar atrás las “batallitas del día a día”, a centrarse en la toma de decisiones que “mejoren la vida de la ciudadanía”, a reforzar los “consensos” y a tener una “voluntad de suma” y de “tejer complicidades”. Pero, poco a poco, ha endurecido sus argumentos y ha calificado la mesa de diálogo como “de negociación”, al tiempo que ha mantenido que su objetivo es múltiple: “Desjudicialización, referéndum, amnistía y autodeterminación”.

Desjudicialización

En esta línea, ha asegurado que “antes de acabar el año, la desjudicialización se tiene que concretar y se concretará”, y será el momento de “constatar la determinación del Estado para acabar con la represión”, en sus palabras. Esto y el referéndum son condiciones “indispensables” para “resolver el conflicto político”, ha sostenido. Asimismo, ha afirmado que el Gobierno “se ha comprometido a avanzar de forma determinante y concreta” en las peticiones del Govern. “La única manera de terminar con el conflicto es que la ciudadanía pueda decidir el futuro político del país. Si tan seguros están de que ganarán, que pongan las urnas; si no las ponen es que saben que no ganarán”, ha retado. También ha dicho que hay personas que han entrado en la cárcel, se han marchado de España o han visto peligrar su patrimonio “por su compromiso político”: “Nunca más”.

Preguntado en concreto por la relación con Junts, ha hecho un “balance positivo” de la coalición de gobierno. De hecho, ha destacado que “todo el mundo” ha hecho el trabajo que tenía encomendado, se han aprobado los presupuestos –espera que las cuentas de 2023 salgan adelante con el apoyo de la “izquierda nacional, del soberanismo de izquierdas”— y se ha “respondido con agilidad y conjuntamente” a la crisis de los refugiados de Ucrania y a los tribunales, que fijaron en un 25% la educación en castellano en las escuelas, pero cuya sentencia terminó en papel mojado porque los dirigentes catalanes maniobraron para impulsar un nuevo decreto educativo que esquivaba dicha resolución e impedía, a fin de cuentas, la implantación de porcentajes lingüísticos. Por último, ha destacado la “mesa de negociación”, aunque en ella no participa Junts.

Laura Borràs ya es pasado

En el caso de la destitución de Borràs, ha confesado que el Consell Executiu de este martes no ha entrado en esta decisión de la Mesa. Y ha explicado que, en su caso, se remite a lo que dijo en su momento; es decir, que “no es aceptable mezclar un juicio por corrupción –como el que se le ha abierto a Borràs— con la lucha por la independencia”. “Es una situación compleja, pero tenemos que poner los grandes retos de país por encima de estas circunstancias”, ha defendido. Por otra parte, se ha mostrado convencido de que los porcentajes a favor de la independencia “van a mejorar”, a pesar de que están en los niveles más bajos en siete años.

Para terminar, ha avisado de que el último trimestre del año “será clave y determinante”, tanto por la situación económica y energética –que el Govern promete paliar con herramientas y servicios— como porque “aflorarán proyectos emprendedores”. En todo caso, Cataluña sufre “más por los precios que por el suministro”, que no está “en riesgo”, aunque ha invitado a “ser solidarios” con los países que sí pueden sufrir restricciones y que son importantes para la autonomía en términos económicos. “Nos focalizamos en familias, empleo, defensa del planeta, lengua y cultura”, ha concluido el president.