“Te voy a atropellar”: la alcaldesa de Sant Cugat, víctima de amenazas por cerrar una discoteca

La alcaldesa de Sant Cugat, Mireia Ingla (ERC), ha denunciado duras amenazas hacia su persona a través de las redes sociales a raíz del cierre de una discoteca de la localidad. La edil ha sufrido en los últimos días comentarios como “te voy a atropellar”, “no te despistes ni un momento” y “ya puedes estar controlando a tu perro”, un episodio que llega después del desahucio por impago de las carpas Drinkking.

En un hilo en Twitter, Ingla explicó el miércoles que es “un gran orgullo y responsabilidad” ser alcaldesa, y es consciente de la “gran incidencia” que tienen en muchas personas las decisiones que toma el ayuntamiento. Dicho esto, entiende que las políticas no agradan a todos y que es su deber “escuchar a todo el mundo” y explicarse. Por lo general, estas discrepancias se le trasladan “con educación y respeto”, pero también hay individuos que, “a través de las redes sociales” la “insultan” e, incluso, la amenazan a ella y a su familia, como en este caso.

“Te voy a pisar seis veces”

Por este motivo, ha hecho públicas las amenazas que ha recibido a raíz del cierre de la discoteca Drinkking, y que incluyen frases como “te voy a atropellar, será todo un accidente, pero te voy a pisar seis veces si hace falta, hasta que no puedas ni hablar para gobernar” y “ya sé dónde vives, ya puedes estar controlando a tu perro, no te despistes ni un momento”.

En este sentido, Ingla se niega a “asumir” que estos hechos vayan aparejados “al cargo” que ocupa, como defienden algunos, y se resiste a “normalizar” que alguien puedan “insultar o amenazar por el simple hecho de ser alcaldesa”. De hecho, interpuso una denuncia ante los Mossos d’Esquadra, que localizaron al sujeto y lo pusieron a disposición judicial para realizarle un juicio rápido.

Delito

Este jueves, la republicana ha participado en las emisoras Catalunya Ràdio y RAC1 para criticar la “ola” de insultos que, a su juicio, reciben los políticos en las redes sociales y para insistir en que estas conductas no se pueden “normalizar de ninguna manera”.

En esta línea, ha recordado que las amenazas son constitutivas de un delito y ha rechazado tener que soportarlas por ocupar un cargo público, tampoco aquellos insultos que, ha dicho, no están penados por la ley.