Los aparcamientos de Saba y Bamsa en los alrededores de la Vía Laietana han ganado su pulso al Ayuntamiento de Barcelona después de que el consistorio haya aceptado parcialmente la demanda de ambas empresas para que los usuarios de sus párkings puedan acceder a ellos por el carril bus de subida hacia la plaza Urquinaona una vez haya culminado la reforma de esta céntrica avenida.

De este modo, quien quiera aparcar en esos estacionamientos podrá utilizar el carril que inicialmente estaba restringido sólo al transporte público y a los vecinos. Algo que será posible después de que la comisión de Urbanismo de Barcelona haya estimado parcialmente este martes los recursos de los gestores de dichos aparcamientos --uno ubicado en la avenida Francesc Cambó y el otro, en la de la Catedral-- contra el anteproyecto de reforma de la Vía Laietana. Un plan de restricción del tráfico impulsado por el consistorio y, en especial, por la teniente de alcaldía de Urbanismo Janet Sanz.

Sanz ha explicado este martes que la resolución llega con la aprobación del proyecto ejecutivo del segundo tramo, que intenta buscar soluciones en la ordenación de la movilidad. La teniente de alcalde, en cualquier caso, ha advertido de que, una vez terminada la obra, se hará un seguimiento y se  analizará "que el impacto en el transporte público hace asumible" esta medida.

Reforma polémica

Las obras de remodelación de la Vía Laietana se iniciaron en marzo, se prevé que acaben en 2024, y su presupuesto asciende a 32,9 millones de euros.

El proyecto contempla una ampliación de las aceras y reducir de forma notable en tráfico. Así, de bajada, se dejará un carril para el tráfico privado y otro compartido por autobuses, taxis y bicicletas. De subida tan sólo habrá un carril bici y otro para el transporte público y vecinos, que es por el cual podrán circular también los usuarios de los párkings.