La alcaldesa Ada Colau suspende en seguridad y planificación urbanística. Y, a menos de un año para las elecciones municipales, los barceloneses rechazan mayoritariamente una de las políticas estrella de su alcaldesa, las superilles.
El 69% de los barceloneses se oponen a las supermanzanas de la ciudad y el 60% está en contra de la planificación urbanística del consistorio. Así se desprende de la última encuesta de la asociación Construïm Barcelona sobre movilidad, percepción de ciudad, smart city y medioambiente.
Inseguridad en la ciudad
Los resultados de la encuesta, realizada entre abril y mayo, constata que "buena parte de la población de Barcelona está descontenta" con las cuestiones que se evalúan, según ha informado en un comunicado este martes la asociación. Sobre movilidad, el 46,8% de la población encuestada suspende el transporte público de Barcelona, el 39,1% utiliza con más frecuencia el metro como medio de transporte, un 16,7% el coche, un 15% el autobús y un 9,9% la motocicleta.
El 68% de los ciudadanos considera que Barcelona es una ciudad amable para sus habitantes, pero el 54% opina que no es una ciudad segura para vivir y, respecto a los precios de los servicios, el 79% de los encuestados considera que la luz es el servicio básico más caro.
Mejoras pendientes en transporte
En relación a la smart city, un 64% de los barceloneses se consideran preparados para los nuevos retos tecnológicos que se presentan y un 71% de los ciudadanos considera que Barcelona tiene muchas posibilidades en materia digital, pero que todavía tiene muchos déficits.
Sobre el medio ambiente, más del 76% de las personas encuestadas considera que una mejora de la red de transporte público mejoraría la contaminación de Barcelona, y más de un 49% considera que mejoraría el reciclaje que se hace en la ciudad si se incrementara la recogida de basura en la ciudad para evitar acumulaciones de residuos.