Junts per Catalunya (JxCat) ha aprovechado el pleno del Parlament que se celebra esta semana para expresar su apoyo a la presidenta del partido, Laura Borràs, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) haya concluido la instrucción, manteniendo los cuatro delitos imputados por fraccionar contratos y favorecer a un amigo. Los neoconvergentes han dejado claro su rechazo a la "represión" del Estado, en un claro aviso a ERC, que en un futuro deberá decidir si acepta la inhabilitación de la presidenta del Parlament, en el supuesto de que la sentencia sea condenatoria.
Ha sido el portavoz de JxCat, Josep Rius, quien ha expresado desde el atril del hemiciclo ese apoyo a Borràs, quien "una vez más se encuentra bajo la espada represiva del Estado español". "Es el enésimo ejemplo de una situación de persecución que ya no solo denunciamos nosotros", ha declarado.
Rius ha asegurado que "la calidad democrática del Estado español vuelve a estar cuestionada y su reputación internacional, todavía más deteriorada".
Contra el diálogo de Aragonès
En el marco de los ataques a la estrategia de diálogo del presidente, Pere Aragonès, los neoconvergentes no esconden su intención de poner contra las cuerdas a sus socios de ERC, a los que acusan de no haber sido suficientemente activos en la defensa del escaño del expresidente Quim Torra cuando fue inhabilitado. Por su parte, la CUP tampoco ha perdonado a Borràs su actitud pasiva ante la inhabilitación de Pau Juvillà, también condenado a inhabilitación por desobediencia.
El caso Borràs (TSJC) dio un vuelco ayer, cuando el TSJC dictó una resolución en la que da por terminada la instrucción y da traslado a la fiscalía para que emita su escrito de acusación. Los instructores consideran que la presidenta del Parlament, a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados, cometió hechos tipificados como delitos continuados de prevaricación administrativa, fraude administrativo, falsedad documental y malversación.
Por ello, una supuesta inhabilitación de la dirigente de JxCat puede tardar todavía meses, teniendo en cuenta los plazos procesales y los previsibles recursos de las partes. Pero, sin duda, una condena de Borràs preconiza la que puede ser la crisis definitiva entre ERC y JxCat.
Borràs ironiza
La propia presidenta del Parlament ha ironizado sobre su procesamiento: "A punto para un juicio justo", "todo muy de democracia perfecta: irse cargando derechos uno detrás de otro", ha lamentado en un tuit, tras asegurar que supo de las novedades del caso por los medios de comunicación.