El cambio histórico de España respecto al Sáhara empieza a tener sus derivadas. El pasado marzo, el Gobierno de Pedro Sánchez hizo oficial un giro en su política exterior en la región: abandonó su tradicional postura de neutralidad en el conflicto del Sáhara y tomó partido por Marruecos. En una carta de Sánchez dirigida al rey Mohamed VI, aseguró que España “reconoce la importancia que tiene la cuestión del Sáhara para Marruecos” y consideró “la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este contencioso” en la excolonia española.
Las reacciones de Argelia no tardaron en llegar. Las amenazas desde entonces han sido constantes por parte de la diplomacia argelina, aunque apenas se han tomado medidas y no está previsto que afecte a la importación de gas.
Primer foro en Dakhla
Bajo este clima y la ecuación de suma cero en la política exterior en el Magreb cabe enmarcar el primer Foro de Inversiones España-Marruecos. Se ha celebrado el 21 y 22 de junio en la ciudad de Dakhla --la antigua Villa Cisneros, una península situada en el corazón del Sáhara--, sin participación de ningún representante oficial español. Cualquier delegación española habría sido interpretada por parte de Argelia como una provocación.
El evento sí contó con la promoción y participación del Gobierno marroquí. El acto fue inaugurado --vía videoconferencia-- por el ministro de Industria y Comercio de Marruecos, Ryad Mezzour. También intervinieron el presidente de la Región de Dajla Oued Eddahab --equivalente a un presidente autonómico en España--, Yanja Khattat; y el wali (gobernador) de la región de Dakhla, Lamine Benomar. El foro pretendía exponer las oportunidades de inversión de esta zona a empresarios españoles aprovechando la "vía de intercambios entre Marruecos y España", según explicaron los organizadores.
Presencia de pymes catalanas
Entre los asistentes, destacó una nutrida presencia de pymes andaluzas, canarias y catalanas, empujadas por sus respectivas patronales. En el caso de Cataluña, participó en el foro una delegación de Pimec.
En total, participaron unos 250 empresarios españoles, interesados en diversos sectores como la pesca, la acuicultura, el turismo, las energías renovables o la logística, entre otros.
Oportunidad para las empresas españolas
Durante la inauguración, el ministro de Industria marroquí aseguró que el Sáhara supone una gran oportunidad para los empresarios que quieran “hacer crecer su negocio de forma exponencial". Mezzour resaltó el potencial económico del Sáhara gracias a sectores en auge como el turismo, la pesca o la producción energética eólica y solar, entre otros. También se refirió a uno de los proyectos más destacados de la región: el nuevo puerto Dakhla-Atlantique, que contará con una zona industrial y logística "de primer orden" que convertirá a la región en una "puerta de entrada a África".
El ministro aseguró que Dakhla cuenta con las “bases para acoger nuevas oportunidades de inversión". En concreto, aludió a la “progresiva localización de industrias pesadas en estas regiones, dado que la zona es conocida por tener uno de los mejores potenciales eólicos y solares del mundo”. “Esto los convierte en un destino privilegiado para moléculas verdes como el hidrógeno, que hoy se usa para el acero, el amoniaco y los materiales de construcción", añadió. Finalmente, Mezzour se refirió al potencial de esta región para “concentrar el desarrollo de nuevos tejidos industriales en torno a las energías renovables, vinculados a la producción de hidrógeno verde, como la desalinización y la electrólisis".