La Fiscalía pide año y medio de cárcel para un joven independentista por, presuntamente, lanzar una valla a un agente de los Mossos d'Esquadra durante los disturbios que hubo en Barcelona en diciembre de 2018 para protestar contra la celebración de un Consejo de Ministros del Gobierno en un edificio céntrico de la ciudad.

En el juicio, que se ha celebrado este martes en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona, también se han procesado a otros dos jóvenes por actos violentos ocurridos en la misma jornada, pero han aceptado una pena de seis meses y un año y medio, respectivamente, tras reconocer los hechos que se les imputaban.

Protesta "movida"

Tal y como han explicado varios agentes y ha confirmado el acusado, el 21 de diciembre del 2018 se celebró en Barcelona una reunión del Consejo de Ministros en el edificio de la Llotja de Mar, en el centro de la ciudad, a causa de la cual diversas organizaciones independentistas habían preparado protestas.



Los Mossos d'Esquadra, con la previsión de reyertas violentas, prepararon un dispositivo de seguridad junto con la Policía Nacional, que consistía en un primer cordón policial alrededor de la Llotja de Mar, y un segundo círculo mucho más amplio que cortaba diversas avenidas colindantes.



El procesado, según ha confirmado él mismo, acudió a media mañana junto con una decena de personas a una protesta que se estaba desarrollando en las inmediaciones del edificio de Drassanes de Barcelona; la protesta era "movida", ha descrito el joven, y varias personas incluso empezaron a lanzar objetos a la línea policial.

El acusado niega la agresión

En ese momento, un agente de los Mossos d'Esquadra sitúa al acusado tirando una valla a la espalda de uno de los policías del dispositivo de seguridad, tras lo que dos mossos persiguieron al joven y lo detuvieron.



El procesado, en cambio, ha negado haber lanzado ninguna valla a ningún agente y ha defendido, al igual que una amiga suya que ha declarado como testigo, que en todo momento estuvieron a unos 10 metros de la línea policial y que lo detuvieron después de una carga policial que obligó a la multitud a correr y a dispersarse.

Presuntos delitos de atentado y desórdenes

La Fiscalía, en sus conclusiones, ha dado mayor veracidad al relato de los agentes por lo que considera que los hechos son constitutivos de dos presuntos delitos de atentado y desórdenes públicos.

El ministerio público también aprecia un delito leve de daños, por el que reclama que el acusado pague una multa de 600 euros.



Por su parte, la defensa ha argumentado que el único agente que ha declarado haber visto con claridad al procesado lanzando la valla lo hizo desde el interior de una furgoneta de los Mossos d'Esquadra, perdiendo supuestamente parte de la visibilidad.

El abogado pide absolución

Además, el abogado del acusado se ha basado en una grabación de los Mossos d'Esquadra para sostener que su cliente estuvo en todo momento a unos 15 o 20 metros de la línea policial por lo que, a diferencia de lo que han dicho los agentes, es imposible que lanzase una valla a un mosso desde la primera línea de los manifestantes.



El letrado ha pedido la absolución completa del procesado y, en el caso que el tribunal dicte una sentencia de condena, ha solicitado un atenuante por la demora de casi cuatro años que ha tenido el caso hasta celebrar su vista oral.

La Generalitat reclama penas menores

En el juicio también se ha personado la Generalitat de Cataluña como acusación particular, pero, a diferencia del ministerio público, solo mantiene las acusaciones por el presunto delito de atentado y leve de lesiones, sin considerar el delito de desórdenes públicos, ya que a su modo de ver no afecta directamente a ningún mosso d'esquadra.