El entorno de Carles Puigdemont ha reconocido que un emisario ruso se reunió el pasado 26 de octubre de 2017 con el entonces president de la Generalitat. A pesar de confirmar el encuentro, ha negado que el enviado de Vladimir Putin ofreciera apoyos para la independencia.
Así lo apuntan fuentes de la Oficina del expresidente que dirige Josep Lluís Alay, que corroboran la misteriosa visita del exdiplomático ruso Nikolay Sadovnikov a las dependencias de la Generalitat. Sin embarho, puntualizan que no dieron "ninguna credibilidad" a las propuestas planteadas por el supuesto representante del Kremlin.
Un criptoparaíso catalán
La confirmación oficial llega después de que haya salido a la luz que Sadovnikov ofreció directamente a Puigdemont 10.000 soldados rusos y millones de dólares en ayudas para la causa de una Cataluña independiente. A cambio, pidió leyes favorables a la configuración de un paraíso de criptomonedas catalán.
Aunque la reunión fracasó y lo único que se materializó fue una transferencia falsa de bitcoins, los contactos continuaron, según una investigación periodística de El Periódico, el medio ruso Istories --uno de los vetados por el régimen--, OCCRP, Bellingcat, Irpimedia e Il Fatto Quotidiano.
Así han reaccionado los partidos
El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, ha asegurado que no le constan esos contactos y, además, considera que el relato de la trama rusa "es una invención sin ningún fundamento". Lo describe como un "argumento demasiado cutre para intentar tapar el escándalo de las escuchas telefónicas" a través del sistema Pegasus.
Por su parte, la viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret, ha considerado que sería "muy grave" que el entonces president se hubiera reunido con el exdiplomático y empresario ruso. En paralelo, el líder de Ciudadanos (Cs) en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no se reúna con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, hasta que aclaren las presuntas conexiones del independentismo con Rusia durante el procés.