El Govern no se levantará de la mesa de diálogo con el Gobierno pese al caso Pegasus. Así lo ha dicho el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quien ha defendido su intención de continuar en la "vía del diálogo" a pesar de los ataques contínuos al Ejecutivo de Pedro Sánchez, a quien acusa de haber espiado a más de 60 líderes independentistas a través del software. Ha avisado de que ERC no "abandonará el proceso de negociación" ni renunciará a un espacio para encontrar una solución democrática al "conflicto entre Cataluña y España, basada en un referéndum y en la defensa de la aministía".
En una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, Aragonès ha enviado un recado a Junts: "Muchos querrían dar la mesa del diálogo por muerta por cada cosa que pasa, pero ya pueden esperar sentados". Y es que el president ha avisado a los neoconvergentes de que no le expulsarán del "compromiso con la negociación".
Exige explicaciones y transparencia
En cambio, cree que antes el Gobierno debe trabajar para "restaurar la confianza". Y para ello exige "explicaciones, transparencia y asunción de responsabilidades". En este sentido, sigue pidiendo la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles. "Lo que reclamo es que se dé la transparencia, asunción de responsabilidades y garantía de futuro para que puedan ser posible los acuerdos".
Después de que ayer la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) reconociese que se espió a una veintena de políticos independentistas con una orden judicial, Aragonès ha cuestionado que en estos momentos también esté siendo víctima. "Si hace tres años se me espió por independentista, ¿quién me puede asegurar que hoy el CNI no está haciéndome un seguimiento por el simple hecho de que estamos comprometidos con la independencia?".
Exige desclasificar la autorización judicial
Por ello, exige que se desclasifique la autorización judicial para saber cuáles son los motivos que llevaron a espiar a un adversario político. "En una democracia no se espía. Se nos está tratando como terroristas, cuando solo se está defendiendo la independencia bajo términos democráticos y defendiendo la voluntad de la ciudadanía", ha manifestado.
Si el Gobierno no aclara las dudas respecto al caso Pegasus, los republicanos amenazan con tomar todas las decisiones que convengan. De hecho, reconocen que la situación actual está alejando "las posibilidades de estabilidad de la legislatura española". "La confianza está rota y, si el Gobierno la quiere reconstruir, es imprescindible que se adopten las garantías de que en estos momentos no se están usando los aparatos del Estado para actuar políticamente en contra de las instituciones del país".
Este viernes ambos presidentes se verán las caras en la última jornada de la reunión del Círculo de Economía. El president rechaza un encuentro fugaz y exige una reunión para tratar a fondo el conflicto.