El expresidente de la Generalitat fugado de la justicia, Carles Puigdemont (JxCat), y su entorno más cercano redoblan su virulencia verbal contra las instituciones democráticas españolas y europeas. Pocas horas después de que el exmandatario convergente insultara a sus detractores enviándoles "a la mierda", e instara desde sus redes sociales a romper relaciones con España "hasta que tengamos que decidir los términos de la separación" (sic), su jefe de oficina, Josep Lluís Alay, se ha despachado con otro de sus cíclicos mensajes antieuropeístas. Hasta el punto de llegar a afirmar que "no quiero esta Unión Europea para Cataluña".
Alay se ha mostrado indignado por los elogios a España de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la visita de ésta a Barcelona para recoger un premio en la reunión del Círculo de Economía. La dirigente alemana ha calificado a España como "un motor de nuestra unión", y ha destacado su "economía dinámica e innovadora", además de su "liderazgo global en energías" y, sobre todo, su impulso a las renovables.
Estas palabras --algunas de ellas, pronunciadas en castellano-- han desatado la ira de Alay, quien le ha replicado con este exabrupto en su perfil de Twitter: "Si esta España es el modelo europeo que nos ofrece la presidenta de la Comisión europea Von der Leyen, yo no quiero esta Unión Europea para Cataluña", ha manifestado.
Las muestras de desafección y rechazo tanto de Alay como del prófugo hacia las autoridades comunitarias se han repetido a lo largo de los últimos años. De hecho Alay, jefe de la oficina de Puigdemont, ha sido noticia en los últimos meses por sus contactos en Rusia durante el procés hasta el año 2020. Unas gestiones que han propiciado que el Parlamento Europeo haya solicitado que se investiguen los presuntos lazos entre el independentismo y el Kremlin, al hilo de unas informaciones del diario estadounidense The New York Times el pasado septiembre.
Alay admitió contactos en Rusia
En este sentido, cabe recordar que, días después de esa publicación, Alay reconoció en TV3 que viajó una vez a Moscú en función de su cargo como jefe de Oficina de Puigdemont, y que sus contactos en Rusia en 2019 y 2020 tenían entre sus objetivos hablar de "asuntos que interesan en la creación de un Estado independiente".
Según el New York Times, esos viajes a Rusia pretendían buscar, presuntamente, asistencia técnica y financiera y poder crear sectores energéticos, bancarios y de telecomunicaciones al margen del Estado español. En dicha entrevista a la televisión autonómica, Alay apuntó que entre sus gestiones más importantes figuraba la gestión de entrevistas con medios de comunicación rusos, una estrategia que contaba, según él, con el beneplácito de Puigdemont.