Carles Puigdemont ha anunciado en una carta dirigida a la militancia que no se presentará a la reelección como presidente de Junts per Catalunya (JxCat) en el congreso que el partido celebrará el 4 de junio en Argelers (Francia). La renuncia del fugado abre la vía a un tándem Laura Borràs-Jordi Turull, como reclaman sectores de la formación independentista. Considera el expresidente de la Generalitat que el partido "necesita ahora una presidencia más implicada" y alude a las pugnas internas en JxCat, que considera ejemplo de "riqueza democrática".
En su carta, Puigdemont asegura que "todos" están de acuerdo "en que es necesario" que, pasados dos años de la fundación del partido, lo refuercen y lo preparen para los "retos" que han de venir. "Hemos superado la etapa fundacional, no sin obstáculos y problemas, y teniendo que asumir retos en condiciones muy difíciles. Nuestro nacimiento en plena pandemia, nuestro congreso celebrado de manera virtual y al poco de tener que preparar unas elecciones nacionales son adversidades que pocas formaciones habrían estado en condiciones de superar con los resultados que nosotros hemos obtenido", argumenta.
Agradecimientos a Jordi Sànchez
En este sentido, afirma que "el partido debe un inmenso agradecimiento a todas las personas que han asumido tareas directivas, liderazgos electorales y responsabilidades institucionales". "De una forma muy explícita quiero agradecer la dedicación sin límites que el secretario general, Jordi Sànchez --quien tampoco repetirá--, ha tenido con el partido. Él asumió las riendas desde la cárcel, en su condición de preso político, y eso también es un elemento que queda incrustado en la historia de nuestro partido para que no se nos olvide nunca de dónde venimos, las razones para las que hacemos política y las adversidades que tenemos delante", escribe.
El congreso debe proceder a la renovación de todos los cargos, "lo que en democracia es siempre saludable. Sea para ratificar personas y mandatos, o sea para cambiarlos". "La dirección del partido debe orientarse, como he dicho antes, a los nuevos retos que tenemos delante. En esta orientación necesitará una dirección que encaje en estos retos y que tenga la plena capacidad y dedicación para liderarlos. El partido necesita una presidencia más implicada de lo que yo no he sido; este fue, de hecho, un compromiso mío y debo agradecer el respeto que todo el mundo ha tenido y que me ha permitido mantener la estrategia que llevamos desde el exilio y que no es, ni debe ser, la de ningún partido en particular. Pocas formaciones políticas habrían tenido la generosidad que ha tenido nuestro partido y que han tenido ustedes como afiliados, en el respeto hacia este compromiso personal".
Ahora, según Puigdemont, es necesario, en su opinión, "que el partido tenga una nueva presidencia. Que participe permanentemente de las reuniones ejecutivas, que participe a fondo de las decisiones políticas que sea necesario adoptar". "Por eso no presentaré mi candidatura a la renovación de la presidencia del partido, aunque me gustará mucho y me sentiré muy honrado de poder despedirme como presidente de forma presencial, junto a todos vosotros. JxCat es mi partido; asume en sus postulados fundacionales lo que me llevó a hacer política, lo que me llevó a aceptar la presidencia de la Generalitat, lo que nos ha llevado al exilio y prisión, y a continuar el trabajo que tenemos pendiente que hacer", continúa.
Adversidades
"Ningún partido es perfecto --añade--, y el nuestro aún menos porque tiene menos experiencia y un montón de adversidades exteriores; pero estoy muy satisfecho de que el nuestro no haya sido un partido en el sentido clásico, vertical, rígido y con pensamiento único. Esta actitud nos aleja de la tentación sectaria en la que suelen caer determinadas organizaciones muy rígidas y de gobernanza muy vertical, aunque también hace mucho más exigente y compleja la gestión ordinaria y con frecuencia es usada por nuestros adversarios como una señal de debilidad. Por el contrario, la democratización de la sociedad pasa por la democratización de los partidos en su vida interna y en su posicionamiento público".
Corrientes internas
Puigdemont hace referencia en su misiva a las pugnas internas de JxCat. "El debate en el interior de los partidos no es ninguna señal de debilidad, sino de riqueza democrática, y eso es lo que Junts entiende cuando fomenta las corrientes internas y cuando no tiene miedo al debate y la confrontación de ideas. Naturalmente, con la consecuente asunción colectiva de las decisiones tomadas por la mayoría, que es la regla de oro del funcionamiento democrático. Animo a aquellas personas que dentro de Junts per Catalunya tienen una demostrada capacidad de liderazgo para que asuman esta responsabilidad. La persona que asuma la presidencia contará con mi apoyo de entrada y podrá contarme entre los miles de afiliados que damos vida al partido".
"Estoy más que convencido --concluye-- de que sabremos realizar un congreso potente, eficaz, que dé un gran empuje que nos sitúe en las mejores condiciones para afrontar todos los retos que tenemos delante. Y que recuerde a todo el mundo, especialmente a aquellos a los que molestamos y que les molesta que existamos, que Junts es un partido imprescindible si se quiere hacer política en Cataluña y para Cataluña".