Los afectados del 'caso Pegasus' se querellarán contra la empresa NSO

Los abogados de los dirigentes secesionistas afectados por un supuesto caso de espionaje han anunciado que presentarán varias querellas contra NSO, la empresa propietaria del software Pegasus.

Así lo han explicado este viernes los abogados Gonzalo Boye, Benet Salellas, Andreu Van den Eynde y Antoni Abat, que llevarán las querellas de distintas víctimas en distintos juzgados, algunas en el de Barcelona que ya investiga la presunta vigilancia al expresidente del Parlament Roger Torrent y al exdiputado de ERC Ernest Maragall.

Salellas ha detallado que la querella se dirige contra la empresa como persona jurídica aunque la investigación pueda encontrar personas concretas en NSO que tengan responsabilidades.

En las querellas, atribuyen a la empresa una presunta falta de diligencia debida en el expediente previo o falta de control en el uso que sus clientes hacían de Pegasus porque "hay licencias con que los Estados no hacían buen uso".

Salellas señala al CNI, la Policía y la Guardia Civil

Si no prosperara esta acusación, las querellas piden considerar a la empresa un cooperador necesario porque la información transitaba por sus servidores antes de llegar a los clientes de NSO.

Además, en las querellas también piden investigar qué agencias gubernamentales podrían estar implicadas, y en este sentido Salellas ha mencionado al CNI, a la Policía Nacional y a la Guardia Civil como posibilidades.

Boye cree que tendrá una repercusión "muy fuerte"

Boye ha augurado que la repercusión de estas querellas "va a ser muy fuerte y muy intensa en términos de circunstancias jurídicas", también para las causas de independentistas que él lleva en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TJUE).

"Tenemos inmunidad respecto a las defensas que llevamos ante el TJUE y esa inmunidad se ha sido violentada, abusada por los autores de este espionaje", ha manifestado al preguntársele por su condición de abogado y a la vez supuesto vigilado por el 'caso Pegasus', como también es el caso de Van den Eynde.