El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha echado mano de tópicos nacionalistas en su discurso previo a la festividad de Sant Jordi, que se celebrará este sábado 23 de abril. El dirigente de ERC considera que el "espíritu" de esta festividad es "el alma de la nación catalana" porque fortalece vínculos comunitarios: "Nos hace fuertes como sociedad y como país, y nos permite identificarnos como un solo pueblo con todo el futuro por delante", ha manifestado.
"Este es el espíritu de Sant Jordi. El alma de la nación catalana, de la lengua y de la cultura compartidas, la vocación transformadora, la construcción de ciudadanía, la cohesión del país", ha dicho Aragonès en el acto institucional de inicio de la fiesta, en el cual han intervenido también la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, y los escritores Josep Vallverdú y Nadia Ghulam.
El presidente de la Generalitat que ha reconocido que no existe una única forma de celebrar Sant Jordi dada la pluralidad de Cataluña, aunque acto seguido ha apuntado que "es a través de la cultura que construimos un 'nosotros' compartido, un 'nosotros' del que todo el mundo pueda sentir que forma parte. Un 'nosotros' en el que nos explicamos, nos autoidentificamos, con el que interpretamos el mundo y nos proyectamos en el futuro".
El catalán, también "alma de la nación"
Aragonès, asimismo, ha aprovechado la ocasión para hablar del catalán, sosteniendo que "siempre se debe partir del compromiso ineludible de seguir potenciando y defendiendo la lengua catalana en Cataluña y en todos los territorios que la comparten".
"Nuestra lengua y nuestra cultura son las almas de nuestros elementos básicos como nación", ha añadido. Y ha ensalzado el catalán como herramienta de "cohesión y progreso social" en una autonomía bilingüe como es Cataluña, así como la cultura como un instrumento para el empoderamiento de la ciudadanía.
Fiesta "irrepetible" en otros lugares
El dirigente nacionalista, asimismo, se ha mostrado convencido de que Sant Jordi no es una fiesta que se pueda exportar o copiar, pues cree que cuando se celebra en Cataluña existe "una magia que es irrepetible".
Por otra parte, también ha defendido contraponer la cultura con la guerra y con cualquier tipo de violencia y discriminación.
Guerra de Ucrania
Aragonès ha agradecido la asistencia al acto del cónsul general de Ucrania en Barcelona, Artem Vorobyov, ante el que ha asegurado que los catalanes tendrán también durante Sant Jordi "muy presente el compromiso de Cataluña con la paz y la libertad" no sólo en Ucrania, sino en todos los territorios en guerra.
"Nuestro corazón y compromiso está con todos los pueblos víctimas de la guerra, de la ocupación y la tiranía", ha destacado.
Garriga: "Es una fiesta de la ciudadanía"
Para abrir el acto, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, ha definido Sant Jordi como la "fiesta de la ciudadanía", y ha remarcado la potencia de la industria editorial catalana pese a las dificultades de los últimos años.
Garriga ha garantizado que impulsan el libro en catalán desde todos los ámbitos y ha recordado que están trabajando en el denominado Plan Nacional del Libro y la Lectura, que "deberá guiar las acciones" a promover en este ámbito.
Lamentos por el castellano
Por su parte, Josep Vallverdú ha lamentado el uso casi instintivo del castellano --lengua cooficial y materna de buena parte de la ciudadanía catalana-- que según él tienen muchos niños y jóvenes en Cataluña. En especial, por el uso de nuevas tecnologías. Y ha criticado a quienes aprovechan cualquier oportunidad para descalificar --según este escritor-- a los catalanoparlantes, a lo que ha añadido: "Dejemos claro que no hemos creado ningún problema lingüístico".
Vallverdú, por otra parte, ha celebrado la aparición de una nueva generación de figuras literarias que fomentan y promueven la lengua y ha llamado a que este Sant Jordi sea una reivindicación de la paz: "Que las calles y las ciudades nos hablen de paz, como lo hacen los libros, como lo hacen las rosas".
El drama de los refugiados
Por último, Nadia Ghulam ha criticado las dificultades burocráticas y administrativas que afrontan las personas refugiadas para acceder a la educación en países de acogida y que les impide "desarrollarse como un ser humano en libertad", y ha reclamado modificar los procesos de convalidación de estudios para que los desplazados forzosamente sigan avanzando en su vida académica y profesional.
La escritora ha defendido la educación como "base para construir la paz entre todos, no a través de armas y guerras, que destruyen la vida" de las personas que las sufren. Y ha reclamado un mundo justo, equitativo y libre en el que no se juzgue a las personas por su color de piel, religión o procedencia.
Al acto han asistido la presidenta del Parlament, Laura Borràs; el vicepresidente de la Generalitat Jordi Puigneró, así como diversos consellers; además del expresidente del Govern José Montilla, representantes de partidos como el líder de ERC Oriol Junqueras, el jefe de la oposición, Salvador Illa (PSC), el presidente de la Cambra del Llibre, Patrici Tixis, y el secretario de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, entre otros.