Junts per Catalunya (JxCat) descarta aplicarse a sí misma los llamamientos de varios de sus dirigentes a ERC para que rompan sus alianzas con el Gobierno socialista en Madrid a raíz del presunto espionaje a unos 60 dirigentes secesionistas por el procés. A pesar de esas encendidas soflamas contra los republicanos por ese apoyo, la formación posconvergente no se plantea renunciar al pacto que mantiene con el PSC, con el cual gobierna la Diputación de Barcelona (DIBA).
Así lo ha dado a entender este jueves el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró (JxCat), quien a pesar de sus duras críticas contra el Gobierno de Pedro Sánchez, se ha mostrado reacio a romper el pacto entre los posconvergentes y el PSC en la Diputación.
"Que se acabe la farsa"
Puigneró se ha desmarcado de este modo de las consignas formuladas en las últimas horas por parte de destacados mandatarios de JxCat como la presidenta del Parlament, Laura Borràs, quien se ha posicionado a favor de romper con el PSC en la Diputación, y de Carles Puigdemont, que si bien no ha llegado a tal extremo --su esposa, Marcela Topor, trabaja por ejemplo para la televisión pública de este organismo--, ha insistido por activa y por pasiva en que "las cosas no pueden seguir igual" con el Gobierno --en clara alusión al apoyo parlamentario de ERC al PSOE en Madrid-- o proferido expresiones al respecto tales como "que se acabe la farsa".
Sin embargo, a pesar de tan airadas muestras de indignación contra los socialistas, Puigneró ha apuntado en declaraciones a RAC1 que en las relaciones de JxCat con otros partidos se debe tener un rasero distinto: "Hemos de ser capaces de diferenciar los pactos municipales, que normalmente tienen una dinámica muy particular y a veces incluso muy personal", de las relaciones a nivel nacional (en las que los posconvergentes no tienen influencia).
Aragonès capea las presiones de los posconvergentes
A pesar de su rechazo y distanciamiento hacia el Ejecutivo central a raíz de este presunto espionaje --de autoría aún desconocida--, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), no ha cedido a las presiones de sus socios de JxCat, si bien condiciona su diálogo con el Gobierno español a que se investigue y se aclare el asunto.
Por su parte, Puigneró ha matizado horas después sus declaraciones radiofónicas en sus redes sociales --tras recibir duras críticas del secesionismo más irredento--, apuntando que "yo he dicho que el congreso de Junts del mes que viene puede ser un buen momento donde revisar la estrategia de alianzas como la de la DIBA".