El presidente catalán, Pere Aragonès, ha exigido al Gobierno una investigación en el Congreso de los Diputados para zanjar la polémica del caso Pegasus, el presunto espionaje a unos 60 políticos y dirigentes independentistas por medio del programa israelí de infiltración de teléfonos móviles.
El republicano ha reclamado "una investigación interna, que determine el alcance, por orden de quién y qué información se recabó" en una entrevista en RAC1. Las pesquisas tienen como objetivo "la asunción de responsabilidades" en el Consejo de Ministros si se demuestra que los servicios de inteligencia nacionales estaban detrás del episodio. Aun así, asegura que los indicios actuales sobre quién puede disponer del software señalan de forma directa al CNI.
"Investigación o decidiremos"
El jefe del Ejecutivo autonómico ha precisado que esta investigación está también encaminada a "reconstruir la confianza" con el Gobierno, que ahora mismo se encuentra "bajo mínimos". Si el análisis que reclama no tuviera lugar, el también líder de ERC ha avisado de que los republicanos "decidirán" qué acción toman, en referencia al apoyo de los independentistas al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Avanza que sí se mantendrá el "trabajo técnico" entre ambas formaciones que propicie avances para la ciudadanía catalana. "No nos hagamos daño a nosotros mismos", ha sentenciado.
El president ha indicado que en los próximos días mantendrá conversaciones con diversas formaciones políticas supuestamente afectadas por el caso Pegasus, como la vasca Bildu. "La respuesta debe ser conjunta", ha agregado a renglón seguido.
Contacto con el presidente Sánchez
Uno de los intercambios entre ERC y PSOE que ya se han producido es en el ámbito presidencial. Pere Aragonès ha explicado que ha contactado por mensaje con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para trasladarse su "malestar" por la presunta intervención extrajudicial de teléfonos móviles de secesionistas.
Se espera que en los próximos días se produzca un encuentro en persona, sea formal o informal. De hecho, el presidente catalán viajará la semana próxima a Madrid. El socialista tenía que estar hoy en Barcelona, pero ha cancelado el viaje por problemas de agenda. "Se esperaba al presidente en la visita institucional a una importante fábrica en Barcelona hoy [la de Wallbox], aunque finalmente no vendrá", ha relatado Aragonès en su entrevista.
La relación se mantiene, por ahora
En cualquier caso, el vínculo entre el Govern y la Moncloa no se rompe, por ahora. Los dos estamentos continuarán su relación, pese a que ayer el mismo Aragonès aseguró que "se congelaban" los intercambios. El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, en otra entrevista en Café d'Idees en La 2 y Ràdio 4, ha asegurado que ERC no se levantará de la mesa de diálogo.
Los republicanos se han alejado de esta forma de la postura más radical de algunos miembros de su socio de legislatura, Junts per Catalunya. También en paralelo, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, pedía romper relaciones y la dimisión de Pedro Sánchez en los micrófonos de Catalunya Ràdio. De nuevo, un choque entre formaciones independentistas que también han convertido el caso Pegasus en su propio campo de batalla para intentar arañarse apoyos en el secesionismo.
"No nos hagamos daño"
El jefe del Ejecutivo catalán ha marcado distancias con la línea dura de Junts. Por ahora, no rompen del todo la relación con la Moncloa. Porque, recuerda Aragonès, "hay que seguir negociando inversiones en Cataluña o los Juegos Olímpicos de invierno de 2030" con el Gobierno.
Las mesas bilaterales, así como la de diálogo, continuarán con alguna que otra pausa para capear la situación. "Se impone transparencia y asunción de responsabilidades para reconstruir la confianza destruida", ha apostillado Aragonès.