El comisionado de Promoción de Ciudad de Barcelona, Pau Solanilla, ve un "problema reputacional" de la capital catalana en el resto de España, que atribuye al proceso independentista, y ante el cual aboga por recuperar espacios emocionales.
En una entrevista de Europa Press, ha asegurado que Barcelona tiene este problema en el resto de España y no a nivel internacional, y ha defendido que la ciudad "va bastante bien" en su recuperación tras la crisis sanitaria.
"Bomba reputacional"
"Sin ninguna duda, el procés ha sido una bomba reputacional para Barcelona en el Estado español. También nos ha afectado a nivel internacional, pero mucho menos. Por eso digo que se tienen que recuperar espacios emocionales", ha afirmado.
En cambio, considera que "la marca Barcelona brilla a nivel internacional" y ha puesto como ejemplo la celebración de la Copa América de Vela, que la ciudad acogerá en 2024.
Aun así, cree que la negativa a algunos proyectos e inversiones, como el hotel Four Seasons o la ampliación el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, demuestra "la pérdida de los consensos internos" y ha defendido que, cuando instituciones, empresas y sociedad van unidas la ciudad es imparable, en sus palabras.
Consenso rotos
"En el momento en el que los consensos básicos se rompen y se polariza el debate la reputación de Barcelona sufre o se deteriora", ha asegurado, por lo que ha apostado por tener inteligencia colectiva para volver a construir consensos básicos de ciudad.
Además, considera que los barceloneses necesitan "un poco de autoestima" que, a su vez, cree que se está recuperando con acontecimientos como la Vuelta Ciclista a España, la Copa América de Vela, los Juegos Olímpicos de Invierno --que ve como una gran oportunidad si se llegan a celebrar--, y la que ha nombrado como primavera tecnológica, con eventos como el Mobile World Congress, el Advance Factory y el Integrated Systems Events (ISE).
Sobre la recuperación económica de la ciudad, Solanilla ha celebrado que hayan subido los niveles de generación de trabajo: "Hemos recuperado el terreno perdido del 2019 y aún tenemos margen de mejora porque el turismo todavía no ha llegado a su velocidad de crucero".