Plataforma per la Llengua va un paso más allá en sus campañas de delación y acoso lingüístico. La entidad ultranacionalista subvencionada por la Generalitat y otras Administraciones públicas de Cataluña se dedica ahora a enviar a sus simpatizantes a locales de restauración que no tienen su carta en catalán para acosarles y luego denunciarles ante el mismo Govern que financia sus actividades con dinero público.
Así ocurrió el pasado 18 de febrero, cuando un grupo de decenas de radicales afines a Plataforma per la Llengua llevó a cabo una acción de hostigamiento para delatar a dos restaurantes de Barcelona: uno de la cadena Five Guys y otro de Surf House. Fruto de ello, y según alardea la entidad en un comunicado, se presentaron un total de 55 quejas en hojas de reclamaciones, y la Agencia Catalana del Consumo (ACC) de la Generalitat expedientado a ambos locales.
"“La ACC, después del procedimiento de inspección, ya ha iniciado la denuncia administrativa contra los dos establecimientos”, se jacta Plataforma per la Llengua en su nota.
Intervención de los Mossos d'Esquadra
Plataforma per la Llengua ha conseguido de este modo su propósito de escarmentar a los comerciantes, y espera que ello provoque que quienes no tienen su carta en catalán, lo hagan. Y ha difundido incluso el vídeo de lo ocurrido ese día. En el mismo se ve como los radicales exigen a los camareros que la rotulación y las cartas estén en catalán y les piden la carta de reclamaciones. Algo, esto último, que dio lugar incluso a un incidente, pues al negarse uno de los dos restaurantes a dársela, acabó provocando que acudieran al local los Mossos d'Esquadra, a instancias del establecimiento según la plataforma ultranacionalista.
La misma entidad que exige el monolingüismo en catalán en las escuelas --y rechaza las sentencias que obligan a impartir al menos un 25% de clases en castellano-- denuncia que los locales que ha denunciado incumplen el código de consumo, y anuncia que su campaña de delación continuará.
Subvencionados por la Generalitat
Plataforma per la Llengua, célebre por este tipo de campañas de delación lingüística en numerosos ámbitos de la sociedad catalana y por espiar la lengua que hablan los niños en los patios de las escuelas, obtuvo cerca de un millón de euros en subvenciones en 2020 por parte de diversas Administraciones públicas a pesar de la crisis económica causada por la pandemia. La mayor parte de esas ayudas procedió de la Generalitat de Cataluña, que ese año le concedió 760.000 euros.
Además del Govern secesionista, Plataforma per la Llengua se nutre también de aportaciones de otras instituciones locales y autonómicas --también de Valencia y Baleares--, como por ejemplo ayuntamientos. Entre ellos, el de Barcelona en el pasado. El consistorio de Ada Colau le dio en 2020 un total de 15.000 euros a través del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), según revela el portal de Transparencia municipal. Una cantidad casi idéntica a la que le dio en 2021 (14.500), también a través del ICUB.