Intelectuales y políticos impulsan a AEB para el Premio Princesa de Asturias de la Concordia

Un nutrido grupo de intelectuales y políticos han avalado la candidatura de Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) para el Premio Princesa de Asturias de la Concordia. Un paso que ya formalizaron el pasado 15 de febrero, y que tiene entre sus promotoras a la responsable de programación del Centro Libre de Arte y Cultura (CLAC), Paula Añó, y a la diputada del PP por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo.

Entre los políticos que han prestado su apoyo a la candidatura de esta entidad defensora del bilingüismo en el sistema educativo de Cataluña figuran el exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, la presidenta de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, la eurodiputada de Cs Maite Pagazaurtundúa, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Candidatura formalizada

Asimismo, también muestran su apoyo a la candidatura de AEB intelectuales y artistas como el escritor Mario Vargas Llosa, Albert Boadella, Alberto González Troyano, Andrés Trapiello, Andreu Jaume, César Antonio Molina, Dolors Caminal, Félix de Azúa, Félix Ovejero, Fernando Savater, Fernando Múgica Heras, Jon Juaristi, José Luis Pardo, Miriam Moreno, Pablo de Lora, Ramón Tamames, Toni Cantó y Xavier Pericay.

El pasado 15 de febrero se formalizó la candidatura del Premio Princesa de Asturias de la Concordia para la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña (AEB). Esta entidad fue creada en 2013 por Ana Losada y José Domingo con el objetivo de reclamar a las instituciones catalanas y del resto de España que garanticen la neutralidad ideológica de los centros educativos en Cataluña y, singularmente, el derecho de los alumnos a recibir una enseñanza bilingüe en los dos idiomas oficiales de la autonomía: el catalán y el castellano.

Fin de la inmersión monolingüe obligatoria en catalán

Los promotores de esta candidatura destacan que ha sido en buena medida gracias al trabajo de la AEB, apoyando a las familias que reclaman el bilingüismo, y con sus "esfuerzos para concienciar a la opinión pública y su decidida acción ante la Justicia", el Tribunal Supremo descartó el pasado noviembre admitir a trámite el recurso presentado por la Generalitat contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que en 2020 le obligó a ofrecer un mínimo de 25% de clases en castellano.

A su entender, esa decisión del Tribunal Supremo pone fin "a décadas de imposición del catalán y garantiza la enseñanza en castellano en todos y cada uno de los centros educativos en Cataluña".

"Victoria de la concordia frente al sectarismo"

"Es una victoria de la concordia frente al sectarismo, la impunidad y la exclusión", recalcan, además añadir que la labor de la AEB "trasciende a la defensa de los derechos lingüísticos".

Los promotores de la candidatura de AEB para el premio Princesa de Asturias destacan además que la "actitud vigorosa y desafiante de la AEB, alejada de cualquier resignación, incluso del mero concepto de resistencia, es una esperanza para miles de padres, un ejemplo para millones de ciudadanos en toda España y, también, una oportunidad para restaurar el principio de la realidad en Cataluña".

"Cataluña es tan diversa como el conjunto de España"

"Al reivindicar el bilingüismo en la escuela, la AEB ha desmontado una de las ficciones que de forma más perversa ocultaban la realidad social de Cataluña. Ni identitariamente homogénea, ni ideológicamente monolítica: Cataluña es tan diversa como el conjunto de España. Y su diversidad merece exactamente el mismo respeto y reconocimiento", aseguran en una nota de prensa.

Además, consideran que, en tiempos marcados por "el cinismo o el desistimiento", la AEB es también "un ejemplo de coraje y movilización". "Su defensa de la concordia lingüística ha llegado hasta las más altas instituciones europeas, donde su causa ha merecido atención y seguimiento. En España, su valentía ha tenido, además, la doble fuerza de la lección y del emplazamiento", sostienen.

Defensa de derechos democráticos

Según sus promotores, durante demasiado tiempo, asociaciones como la AEB han tenido que defender los derechos democráticos de los ciudadanos sin apenas apoyo material o moral. "La AEB ha tenido que lidiar con el hostigamiento nacionalista prácticamente en solitario. Ha defendido los derechos civiles y el cumplimiento de la Ley sin más recursos que las convicciones y el coraje de sus fundadores y de las familias que un día decidieron romper su silencio", recalcan.

Por todo ello, concluyen que la AEB es "un triunfo de la razón y un ejemplo de la mejor sociedad civil". Y, sobre todo, es "la esperanza de una Cataluña reconciliada con la concordia y de una España sin lagunas democráticas".