El conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha asegurado que no se levantará de la mesa de negociación "hasta que no haya un acuerdo histórico". Según dice, está siguiendo de cerca las conversaciones que se están llevando a cabo entre los sindicatos educativos y su Departamento este jueves en la Conselleria de Treball.
Desde las 9.30 están reunidos el comité de huelga de los sindicatos, varios responsables de la Conselleria de Educación y representantes de Trabajo para tratar de llegar a un acuerdo que evite la huelga de los próximos días 29 y 30 de marzo. La Generalitat hoy debía llevar una propuesta por escrito de la que todavía se desconocen los detalles, aunque los docentes advirtieron que no aceptarían "cualquier cosa".
"Los recursos son los que son"
En respuesta a dos interpelaciones de la CUP y los comunes, Cambray ha reconocido saber todos los motivos que han llevado a los profesores a convocar una huelga de cinco días, pero ha declarado que "no se puede hacer todo a la vez" porque los recursos "son los que son". Ha vuelto a insistir en que el Ejecutivo autonómico ha tomado medidas como la reducción de las ratios, algo que para los sindicatos es "insuficiente" porque tardarán hasta nueve años en implementarlas en todos los cursos.
El titular de Educación también se ha defendido de los ataques de los sindicatos, que le han acusado de imponer medidas sin consultar con la comunidad educativa y anunciándolas directamente ante la prensa. "No he menospreciado a nadie ni impuesto a nadie". Lo ha dicho en referencia al avance del calendario escolar, una decisión que mantiene como "positiva" para las familias y los alumnos.
"Consenso" para proteger el catalán
En cuanto a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a que, al menos, un 25% de las clases sean en castellano, el conseller ha vuelto a defender el plan impulsado por el Govern para reforzar el modelo "de éxito" de la escuela catalana y proteger el catalán.
En respuesta a una propuesta de los antisistema, ha pedido conseguir el "máximo consenso político y social" sobre el modelo lingüístico educativo.