El presidente de EsadeGeo, exalto representante de la UE y exsecretario general de la OTAN, Javier Solana, ha pedido este viernes "sentar a China en las negociaciones" para frenar la invasión rusa de Ucrania, y cree que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no puede bombardear Kiev.
"No se lo perdonaría nadie, ni los propios rusos ni los ucranianos. Tiene que ver cómo sale de esta situación. Va muy lentamente. Veremos cómo lo hace, pero no veo más salidas que tener una buena relación con China", ha manifestado Solana en el marco de la jornada ¿Hacia dónde va el mundo?, organizada por Foment del Treball.
Lucha por la hegemonía mundial
Tras recordar el pacto chino-estadounidense que se hizo bajo la presidencia de Richard Nixon para frenar a Rusia, Solana ha explicado que lo que más le preocupa es que Putin esté intentando vislumbrar otro triángulo que tenga como protagonistas a Rusia y China en detrimento de los Estados Unidos.
"Esto sería un golpe muy fuerte para los años venideros", ha alertado Solana que, pese a constatar que China se ha abstenido en todas las declaraciones formales sobre el conflicto, considera que los comentarios de sus portavoces no muestran que quieran frenar a Putin y sí a los EEUU.
Al preguntársele hasta qué punto los rusos pueden aceptar ser dirigidos por China, Solana ha explicado que Putin es consciente de que Rusia "no es un país moderno ni tecnológico" y que China representa un poder en el que mirar y mucho más importante.
Pocas esperanzas a corto plazo
Solana ha reconocido que, en la perspectiva actual y mirando al pasado, fue "una temeridad" invitar a Ucrania a integrarse a la OTAN en 2008: mientras que Francia, Alemania y España no estaban por la labor, sí lo estaban Polonia y Hungría y los Estados Unidos con George Bush hijo al frente.
Ha sostenido que a corto plazo se puede esperar poco para intentar resolver la invasión rusa y que no cree que haya ningún paso importante para encontrar las vías que puedan derivar "en una negociación seria", ha dicho, tras destacar que Putin se ha jugado mucho en esta operación.
Putin se eterniza en el poder
De hecho, ha defendido que Putin tiene mandato todavía para largo y no ve posibilidad de que pueda saltar: "Sería muy raro. La KGB en Rusia es el corazón de la Administración. Es muy difícil que esa solidaridad del KGB, que es Putin, se rompa".
Además de explicar que ha tratado bastante con el presidente ruso, al que conoció siendo primer ministro, lo ha definido como un hombre "difícil", pese a señalar que con él siempre fue muy correcto.
"Pero es duro y muy poco simpático. A mi juicio, un poco solitario. Tiene un grupo de gente muy afín a él, que se trajo de San Petersburgo, donde fue segundo alcalde. Los que yo conocí los he visto ahora estos días", ha precisado el también exministro de Asuntos Exteriores y exalto representante de la UE para Asuntos Exteriores.
Más unión en la UE
También ha asegurado estar "bastante orgulloso" de la reacción de la UE, alegando que está respondiendo bien y confiando en que mantenga este nivel.
La guerra en Ucrania --ha detallado-- debe permitir a Europa afrontar el debate de una política migratoria común para hacer "una política global para siempre" sobre esta cuestión; así como el de la política energética; plantear la posibilidad de armarse más, y abordar que se entrará en una fuerte crisis de alimentos.
Todas estas cuestiones sumadas a los problemas de la pandemia y del cambio climático obligarán, según Solana, a tener "la cabeza fría, a pensar bien las cosas y a hacerlo buscando los máximos consensos".