De la locuacidad más absoluta al mutismo. Josep Lluís Alay, el hombre llamado a establecer lazos entre Carles Puigdemont y el Kremlin, el experto en geoestrategia y pieza clave en la propaganda internacional del procés, ha enmudecido en lo que respecta a la invasión rusa de Ucrania. El jefe de la oficina del expresidente --percibe un total de 108.760,28 euros anuales públicos por su trabajo--, agitador independentista en las redes sociales, se dedica ahora a analizar la situación de los indígenas papúes en Indonesia.
Sin olvidar que, junto al conseguidor Víctor Terradellas, Alay aparece en las grabaciones del caso Voloh entre los principales instigadores de esas alianzas rusas, de las cuales el expresidente tomó distancia, aunque queda constancia en sus escritos de su eurofobia. “Si apostamos en público por el Kremlin, hagámoslo de verdad”, escribe Josep Lluís Alay el 23 de agosto de 2020. Su interlocutor, el abogado Gonzalo Boye, se mostraba entusiasmado con la idea. Pero también temeroso de que el entorno del fugado “moleste” a Putin con referencias al caso Navalny o a Bielorrusia.
En esas conversaciones, Alay explica a Boye, abogado de Puigdemont y de Quim Torra, que hay “un triángulo ahora clave. Belarus (Bielorrusia)-Snowden-Navalny. Y no podemos equivocarnos en ninguno de esos vértices”.
"Un tuit a favor de Navalny nos mata"
El historiador, que acompañaba a Puigdemont cuando éste fue detenido en 2018 en Alemania, teme que éste moleste a Putin. “En cualquier momento puede aparecer un tuit del president a favor de Navalny. Y eso nos mata”. Se refiere al opositor ruso Alexei Navalny.
Tras los convulsos días de 2017 --referéndum y declaración unilateral de independencia--, Alay difundió a los cuatro vientos un artículo de opinión publicado en el diario Komsomolskaya Pravda, cuyo director adjunto planteaba a la UE que el Ejecutivo liderado por Vladimir Putin ejerza como mediador entre los intereses de los dirigentes del procés y el resto de España. Alay también publicitó una entrevista a Quim Torra en el citado periódico ruso, donde advertía de que “no habrá estabilidad en Europa hasta que no se resuelva el conflicto político de Cataluña con España”.
Y es que Alay es un tuitero incansable. "Hipócritas. Primero resolved el conflicto de Cataluña y luego quizás podéis empezar a dar lecciones en otro lugar fuera de la Unión Europea", escribió Alay en su perfil de Twitter tras comparar el procés con la crisis en Bielorrusia. En relación a las críticas del Kremlin a España y la UE, el escudero de Puigdemont apuntó que "el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, da en el clavo. En conversación con el periodista Vladimir Soloviev habla ampliamente sobre Cataluña: presos políticos (dice nueve, con sentencias de más de 12 años) y afirma que por la justicia belga y alemana es un caso político".
Más recientemente, en plena pandemia, el activista independentista alentó a la Generalitat a desobedecer y a comprar la vacuna rusa SputnikV.
Foto junto al retrato de Putin
Hoy se ha sabido que fue precisamente en ese diario donde el asesor de Puigdemont se hizo una foto junto a un retrato de Vladimir Putin, posteriormente recortada para ilustrar el perfil de Alay en Twitter. Informa de ello El Confidencial.
Pese a todas estas evidencias, el propio hombre de confianza del fugado aseguró que la “trama rusa” de los independentistas eran “historia de fantasmas” que “Madrid intenta explotar respecto a la relación entre Rusia y Cataluña”. Lo aseguró después de que The New York Times asegurara que el jefe de la oficina de Puigdemont, Alay viajó en 2019 a Moscú donde se habría reunido con oficiales rusos.