El reparto de los fondos europeos Next Generation ha generado un nuevo choque entre el Govern y el mundo municipal catalán. La adjudicación de 69 millones de euros para proyectos de turismo sostenible --la primera de varias convocatorias-- ha indignado a algunos ayuntamientos, que reclaman más transparencia con el proceso de selección y con los criterios utilizados, algunos de los cuales consideran subjetivos.
Fuentes conocedoras del proceso de adjudicación señalan que "hay ayuntamientos que se han presentado y la Generalitat los ha demorado o los ha querido dejar al margen". Asimismo, señalan que la dirección general de Turismo "está en manos de ERC y está intentando hacer rastrillo", ya que todos los municipios seleccionados tienen a los republicanos o posconvergentes en el gobierno municipal.
"Huele mal"
Lluïsa Lastra, tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Calafell, considera que "huele mal" que no hayan prosperado las iniciativas de otros colores políticos, algo que reconoce que se ha comentado entre diversos municipios. En su caso, se ha rechazado un proyecto para lanzar una app de turismo con realidad aumentada, instalar cargadores de vehículos eléctricos y reformar edificios municipales, incluida la sede de turismo, instalando placas fotovoltaicas.
Sin embargo, el equipo municipal ha decidido seguir trabajando en el proyecto para volver a presentarlo en las siguientes convocatorias. Desde L'Escala, la concejal de Turismo, Marta Rodeja, también se muestra escéptica con el reparto: "Nos gustaría saber cuáles son los criterios", subraya.
"Nos extraña"
"Creemos que nuestro proyecto es bueno y encaja en los criterios [de la UE], nos extraña", admite. Expresa inquietud ante el hecho de que, más allá de los parámetros técnicos, "hay una parte inevitablemente subjetiva". En su caso, el proyecto era de aparcamientos y movilidad y de digitalización en la cartelería, y el consistorio ha presentado alegaciones para tratar de captar fondos pese al rechazo inicial.
Jordi Tort, teniente de alcalde de Desarrollo Económico Sostenible de Gavà, que proponía crear un acceso verde para caminar desde la playa hasta el parque natural del Garraf, añade que el factor de "equidad territorial" que se ha tenido en cuenta al asignar los fondos "puede ser subjetivo", pero confía en que el análisis va más allá del color político de cada institución y explica que los fondos europeos dejan menos margen para decisiones arbitrarias o poco transparentes, una situación que "se da en de subenciones más directas, sin convocatoria".
Falta innovación
Jordi William Carnes, presidente de Leitat y exdirector de Turisme de Barcelona, asegura que a la hora de pedir fondos Next Generation, "la ventanilla continúa siendo Madrid, pero hay un proceso de consenso y las comunidades bloquean proyectos". Sobre esta cuestión, la Agencia Catalana de Turismo apostilla que "los proyectos que llegan se valoran de forma mixta a nivel de técnicos del Miniterio de Turismo y la Dirección General de Turismo de la Generalitat" y que "la priorización de los proyectos está marcada en las diferentes convocatorias que se vayan realizando". Otra preocupación expresada por Carnes es que en las propuestas seleccionadas "prima la inmediatez y la ganancia a construir modelos económicos más sostenibles".
Una inquietud que comparte Jordi Ficapal, director de la Cátedra de Turismo Sostenible del IQS, que ve "poco producto turístico nuevo" y "mucha inversión en acondicionamiento de espacios". "Me preocupa que los proyectos no son de transformación, hay tanto hambre en el sector que solo se ve la inmediatez, pero esto requiere una visión a largo plazo para poder vivir del turismo más años", advierte. Por ello, llama a aprovechar una "oportunidad única" en un contexto en el que Cataluña --comunidad cuya economía depende en un 23% del turismo-- es la segunda región de España que ha recibido más fondos Next Generation para el turismo sostenible, por detrás de Andalucía y por delante de Baleares, que todavía tiene un PIB más dependiente de la actividad turística.
78 proyectos presentados
Los 19 proyectos ganadores son los presentados por los ayuntamientos de Roses, Manresa, Girona, Santa Susanna, Amposta, Lloret de Mar, Salou, la Vall de Boí, Sant Carles de la Ràpita, Sant Feliu de Guíxols y Vila-Seca, el Consorci Vies Verdes de Girona, la Diputación de Tarragona, la Diputación de Barcelona, la Diputación de Lleida, el Consorci Segre Rialb, el Consell Comarcal del Ripollès, el Consell Comarcal de la Garrotxa y el Consell Comarcal del Berguedà.
En la lista de las 59 iniciativas rechazadas, a la que ha tenido acceso Crónica Global, aparecen las presentadas por los ayuntamientos de Castelldefels, Besalú, Ciutadilla, Godall, Les Planes d'Hostoles, Mont-roig del Camp, Montblanc, Pals, Peralada, Sant Jaume d'Enveja, Soriguera, Tortosa, Garidells, Altafulla, Ascó, Calafell, Calella, Calonge i Sant Antoni, Cambrils, Canyelles, Cardona, Castell-Platja d'Aro, Deltebre, Falset, Gavà, Hostalric, L'Escala, La Pobla de Segur, La Torre de Cabdella, Lladorre, Malgrat de Mar, Móra la nova, Palafrugell, Palamós, Queralbs, Reus, Ribes de Freser, Sant Quirze Safaja, Taradell, Tarragona, Terrassa, Torredambarra, Vilanova i la Geltrú.
También las del Consorcio de Políticas Ambientales de Terres de l'Ebre, el Área Metropolitana de Barcelona, las comunidades de municipios ARP Dinamización Rural y del Baix Montseny; los consejos comarcales de la Conca de Barberà, la Noguera, el Baix Empordà y el Maresme; el Consorcio Besòs Tordera, las diputaciones de Lleida, Tarragona y Barcelona (estas tres instituciones tienen cada una un proyecto rechazado y otro seleccionado); y el Patronato de la Montaña de Montserrat.