La huelga contra las sentencias que tumban las inmersión lingüística obligatoria monolingüe en catalán cuenta con el apoyo de cuatro sindicatos nacionalistas. El último en adherirse a la iniciativa ha sido Ustec-Stes, que este lunes ha anunciado su adhesión a la convocatoria de paro educativo previsto por los secesionistas Intersindical-CSC, COS y el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (Sepc) para el próximo 23 de marzo, para expresar su repulsa a que al menos un 25% de las clases se impartan en castellano en esta autonomía bilingüe.
Estas organizaciones aseguran en su comunicado que ya han preavisado de la convocatoria de huelga. A su peculiar modo de ver, el hecho de que algunas clases puedan darse también en castellano, lengua cooficial de Cataluña, supone una grave afrenta: "El Estado español dispone de toda la maquinaria jurídica, heredera del franquismo, para reprimir y erradicar" el catalán, según sus palabras.
El preaviso de los sindicatos nacionalistas destaca el reconocimiento del catalán como lengua "propia de la docencia" (sic), y reclama llegar a una inversión educativa equivalente al 6% del PIB catalán, la reversión de los recortes --aplicados, de hecho, por los sucesivos gobiernos secesionistas catalanes-- y que creen que se agravan con el nuevo currículum y calendario propuestos por la Consejería de Educación de la Generalitat.