Los vecinos del barrio de la Font de la Pólvora llevan años denunciando los cortes de luz en esta zona humilde de Girona. Y, cada día, dan cuenta en las redes sociales de esos apagones, así como del abandono que sufren por parte del ayuntamiento. La escalada de precios se muestra especialmente cruel en este barrio, donde, aseguran los vecinos, no han dejado de pagar sus facturas. Una situación común a otras zonas también populares, como Vila-roja, que nunca ha sido caladero de votos nacionalistas.
Sin embargo, el consistorio, con Marta Madrenas (Junts per Catalunya) al frente, les dio ayer la puntilla con la presentación de una auditoría independiente que, según el equipo municipal, avala que los cortes se deben prácticas fraudulentas (pinchazos de luz). Nada de eso dice este informe de 119 páginas, al que ha tenido acceso Crónica Global. Sí subraya que las instalaciones son antiguas, aunque están en buen estado, pero que "es probable que en momentos de mayor demanda de consumo” el centro de transformación “trabaje en el límite de la capacidad de potencia que puede ofrecer".
En el informe se analizan 39 edificios alimentados todos ellos por un único Centro de Transformación (CT), con una potencia de 630 kVA. Uno de los objetivos era estudiar la potencia necesaria en baja tensión que precisa el barrio, pues ya han pasado más de 40 años desde la construcción de la infraestructura eléctrica.
“Se observa con los ratios establecidos en la vigente normativa que la potencia concertada en cada uno de los bloques de viviendas es más del doble de lo que estimaba el anterior reglamento, y la potencia que debería preverse en los servicios comunes, también aumenta de forma significativa respecto al reglamento anterior”, indica la auditoría.
Precisa que el momento en que se hizo la inspección era "una franja horaria de poco consumo para un barrio principalmente residencial, sin muchos locales comerciales, ni actividades". Asimismo, “la época en la que se realiza la medición (septiembre) tampoco se trata de una época con consumos elevados, sin embargo el consumo existente y medido ya absorbe el 50% aproximadamente de la capacidad de potencia”.
En cuanto a la red de distribución, “se considera que la instalación de la red de distribución de Baja Tensión del barrio de Font de la Pólvora, incluyendo las líneas de enlace a los edificios analizados de forma aleatoria, están en un correcto estado de conservación y reúnen los requisitos adecuados para su correcto funcionamiento”.
Concluyen los autores del análisis que “al tratarse de un barrio con poca capacidad de evolución a nivel de incorporar nuevas construcciones o de acoger actividades y nuevos servicios que pudieran aumentar la demanda de potencia requerida, y en consecuencia el número de centros de transformación, se considera que teniendo conocimiento real de los datos de potencia contratada (dato no facilitado por la compañía distribuidora), podría determinarse sobre la conveniencia de aumentar el número de CT o en su defecto, aumentar la capacidad del vigente”.
Dicho de otra manera, la potencia que debería preverse en un supuesto teórico de nueva construcción de un barrio o urbanización de características similares debería ser de 2.440,75 kW “considerando entonces insuficiente la capacidad del CT existente actualmente”.
"Son pinchazos"
Sin embargo, el gobierno municipal ha interpretado el correcto estado de la red como la demostración de que los cortes de luz son causados por el fraude, es decir, de pinchazos de la red. “Los cortes de luz son por el fraude delincuencial, nos podemos engañar y poner cortinas de humo, pero esta es la realidad”, ha asegurado el concejal de Urbanismo y Actividades, Lluís Martí. La auditoría nada dice de ese fraude, de ahí que la interpretación que ha hecho el consistorio haya indignado a los vecinos de estas zonas, así como al PSC.
La portavoz de los socialistas en el consistorio, Sílvia Paneque, asegura, por el contrario, que la auditoría “da la razón a los vecinos y vecinas de los diferentes barrios de Girona este, ya que señala que el centro de transformación “es probable que en momentos de mayor demanda de consumo trabaje en el límite de la capacidad de potencia que puede ofrecer”.
La concejal ha subrayado el hecho de que Endesa haya anunciado una inversión de 130.000 euros para instalar un segundo CT en el barrio. “Si la empresa ha decidido finalmente dar este paso, no lo habrá hecho porque actualmente sobre potencia y eso en el fondo viene a dar la razón a los vecinos y al informe", ha señalado Paneque.
En junio de 2019, el Parlament aprobó por unanimidad una propuesta de resolución sobre el mantenimiento de distribución eléctrica en Girona del PSC, donde se instaba al Govern a exigir a Endesa un plan de mejora de la red eléctrica.