El pleno del Ayuntamiento de Girona previsto para esta tarde augura tormenta. El apoyo de la concejal no adscrita, Míriam Pujola, expulsada del grupo municipal de Ciudadanos aunque mantiene la militancia, podría dar luz verde a la privatización del servicio de limpieza de consistorio. Se da la circunstancia de que, en el mismo plenario, está previsto que se conceda a Pujola una nueva tipología de dedicación mínima de 16 horas semanales, lo que va acompañado de un sueldo de 14.202 euros, así como la asignación de un asesor.
El contrato de limpieza y recogida, transporte y tratamiento de residuos se firmó en 2011 por ocho años y se ha prorrogado en dos ocasiones. El precio inicial era de 89,9 millones y la adjudicataria era Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), precio al que hay que añadir el coste de las prórrogas. Se trata de uno de los contratos más voluminosos del consistorio, con Marta Madrenas (Junts per Catalunya) al frente.
Modelo mixto... hasta ahora
Hasta ahora, se había optado por un modelo mixto –un 25% de gestión municipal a través de la empresa Girona+Neta y un 75% de FCC--, pero en octubre de 2021, el ayuntamiento presentó un modelo completamente externalizado –avalado poir informes municipales-- que toda la oposición tumbó. Ahora, el equipo de gobierno cuenta con el apoyo de la concejal no adscrita, que fue expulsada de Ciudadanos por el portavoz de la formación naranja, Daniel Pamplona. A su vez, Pamplona también fue expulsado, por lo que ambos son ediles no adscritos.
Ese nuevo modelo de gestión será votado hoy en el pleno junto a una propuesta de dedicación mínima para Pujola que ha levantado sospechas del resto de la oposición, ya que esa mejora de las condiciones de la edil no estaba prevista y fue incluida en el orden del día ayer.