El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, no ha superado la moción de confianza que él mismo presentó al no conseguir la mayoría necesaria en la Paeria para aprobar los presupuestos ilerdenses. Los votos en contra de toda la oposición y la abstención de los comunes, que le apoyó para desplazar a los socialistas del gobierno de la capital provincial, dejan su continuidad en el aire.
Solo ERC y JxCat han dado apoyo a Pueyo. Ahora, la oposición dispone de un mes para intentar cerrar un acuerdo para presentar una moción de censura, la que debería incluir una propuesta de Ejecutivo local alternativa. Si no lo consigue, el alcalde saldrá ratificado y los presupuestos se aprobarán.
Discrepancias los Comunes
Cabe recordar que el republicano consiguió liderar el Ejecutivo local gracias al apoyo de JxCat y de Comú de Lleida, aunque hace tres meses rompió el acuerdo con esta última formación. Pueyo echó al concejal de Vivienda, Sergi Talamonte, del gobierno de la ciudad y le acusó de actitud “desleal” con el Ejecutivo por no apoyar un proyecto urbanístico que los independentistas impulsaron. La reparcelación de la llamada Torre Salsas.
No ha sido el único desencuentro que el líder de los republicanos en la ciudad ha tenido en su mandato. Echó a dos concejales de JxCat también por discrepancias, que se han quedado como no adscritos en la Paeria y que han propiciado que la oposición tenga los 13 votos en contra que han servido para tumbar las cuentas públicas presentadas por los independentistas, que se han quedado con tan solo 12 representantes en el pleno local.
Falta de apoyos
De este modo, los dos votos de los comunes son claves para sacar adelante cualquier iniciativa de ciudad. Pueyo buscó la complicidad de la formación, que ahora lidera Elena Ferre. Con todo, la negociación no llegó a buen puerto y en la sesión de este lunes han quedado claros los roces entre ambas formaciones. “Parece que dos de 27 concejales seamos responsables de que no tengamos presupuestos en Lleida”, ha reprochado Ferrer al alcalde.
Los comunes han solicitado “abrir un periodo de reflexión tras un hecho tan trascendental” como es la incapacidad de ERC y JxCat de buscar el apoyo de otras fuerzas al margen del equipo de gobierno. Pueyo, por su parte, ha asegurado que los compromisos que asumió en su investidura siguen “intactos” y ha lamentado lo que considera que es un “bloqueo político” a su gobierno, sin asumir en ningún momento ninguna responsabilidad por la falta de diálogo con el resto de fuerzas municipales.
Pueyo inicia de este modo una segunda mitad de mandato compleja para sacar adelante iniciativas en la ciudad. Las próximas elecciones locales tendrán lugar en mayo de 2023.